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De la 'Guía Rápida del Ciclista Urbano” a la planeación urbana de Mérida

Dra. en Arq. Yolanda Fernández MartínezPensando con la Ciudad“Hemos de conquistar el espacio público”II

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“Las ciudades fueron creadas para aproximar las cosas, y mientras mejor hagan su trabajo, más exitosas serán”.

Speck, J (2013)

Tenemos que la Guía Rápida del Ciclista Urbano debería convertirse en la Guía Rápida de la Planeación Urbana de Mérida, en el entendido de que las vialidades y los recorridos deberían ser diseñados y planeados antes que nada, en función de la movilidad de las personas y no como consecuencia de nuevos usos del suelo que se van autorizando constantemente, y que al final del día, ni siquiera a la autoridad misma le dan la oportunidad de planificar una estructura urbana coherente a algún plan integral de movilidad urbana. De igual manera, el uso exclusivo de la calle para el automóvil representa un alto riesgo para garantizar equidad y justicia social en Mérida.

La iniciativa de la Guía Rápida del Ciclista Urbano de Mérida es valiosa por reconocer a los ciclistas. Sin embargo, se considera fundamental que esta aportación trascienda más allá del interés del Colectivo Cicloturixes, toda vez que la calle es el espacio público por excelencia y todos los que hacemos uso de la vialidad tenemos la responsabilidad de reconocer y respetar los derechos de los peatones y ciclistas. En la mencionada Guía se establecen unas recomendaciones que emanan de diferentes apartados y para esta segunda parte de la reflexión nos referiremos a las siguientes:

Antes de montar tu bicicleta, planifica tu ruta.

Elige rutas con calles sombreadas.

Con respecto a la primera que recomienda planificar una ruta sobre la cual los ciclistas puedan realizar un recorrido seguro y eficiente, tenemos un tema sumamente relevante y oportuno para la cuestión de la planificación urbana. Ya que habría que proponer que las cosas fueran al revés, es decir, en vez de recomendarle al ciclista que planifique su ruta, sería muy interesante que la ciudad planifique sus vialidades, usos de suelo, paraderos y estacionamientos de bicicletas, en función de las necesidades de los ciclistas. El diseño de ciclopistas integradas al concepto de calle completa, podría convertirse en uno de los más grandes desafíos que tiene Mérida, sobre todo porque hay interés por parte de la autoridad municipal por intervenir aproximadamente 300 kms. de vialidades.

Resulta, por tanto, oportuno resaltar la importancia de la Guía Rápida del Ciclista Urbano para trascender a la política pública y, sobre todo, en el diseño y rediseño de las calles de Mérida. Estaríamos hablando de la generación de un plano de la ciudad en donde la autoridad manifestara cuáles son las calles diseñadas con ciclopistas y en donde a lo largo de los recorridos se cumplan cada una de las recomendaciones que la Guía señala sobre las características que la calle debería de tener para un recorrido seguro.

La segunda recomendación versa sobre elegir rutas con calles sombreadas. Definitivamente este es un aspecto fundamental para disfrute de los recorridos no motorizados en la ciudad. Los peatones y ciclistas dependen del diseño completo de la calle. Y el tema del arbolado urbano representa una prioridad en la cuestión de la movilidad urbana. Por tanto, sería también interesante y afortunado que el diseño de las ciclopistas incluyera estrategias ambientales asertivas con respecto al tipo de árboles que deberían de incluirse en estos recorridos. Ya que, por el momento, resulta demasiada responsabilidad por parte de los ciclistas planificar su ruta en calles seguras y sombreadas, cuando la ciudad en sí misma no ha sido planeada desde esta perspectiva.

En virtud de lo anterior, tenemos que la Guía Rápida del Ciclista Urbano debería convertirse en la Guía Rápida de la planeación urbana de Mérida, en el entendido de que las vialidades y los recorridos deberían ser diseñados y planeados, antes que nada, en función de la movilidad de las personas y no como consecuencia de nuevos usos del suelo que se van autorizando constantemente, y que al final del día, ni siquiera a la autoridad misma le dan la oportunidad de planificar una estructura urbana coherente a algún plan integral de movilidad urbana. De igual manera, el uso exclusivo de la calle para el automóvil representa un alto riesgo para garantizar equidad y justicia social en Mérida.

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