Aunque el Gobernador del Estado, Rolando Zapata Bello, ha expresado que trabajará hasta el último día de su mandato, al parecer los funcionarios de la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta) no comparten ese compromiso y ya bajaron la cortina del changarro, pues claramente se han desentendido de sus responsabilidades.
Un ejemplo de esta actitud negligente es lo que ocurre en la Biblioteca Yucatanense, institución que desde el 31 de agosto está sin servicio de agua corriente, con el consiguiente perjuicio para trabajadores y usuarios.
Unos y otros han hecho llegar su inconformidad –algunos en forma educada y otros no tanto– a los directivos de la Biblioteca Yucatanense (BY), quienes, a su vez, la han comunicado a los funcionarios de Sedeculta, pero ninguno de estos ha hecho absolutamente nada para resolver este problema que, por cierto, no es el único.
POR ESTO! entrevistó ayer a Aracely Ramos Poot Cen, delegada sindical de la BY, quien ratificó en todos sus puntos el contenido del escrito que publicamos ayer en nuestra sección de Voces del Pueblo, dirigido al secretario general del STSPEIDY, Jervis García Vázquez.
Poot Cen lamentó que ya haya pasado tanto tiempo sin que el problema se atienda, lo que da al traste no sólo con la imagen de la institución, sino que pone en riesgo la salud de quienes trabajan o acuden a ese recinto, dada la deplorable condición en que se encuentran los baños.
“No hay ningún quinto”
Dijo que, ante la falta de respuesta de los funcionarios de Sedeculta, que se limitan a decir que “no hay ningún quinto”, es que tomaron la decisión de dirigirse a su secretario general con la esperanza de que intervenga ante el titular de esa dependencia y se haga algo, sobre todo porque están programados varios eventos que traerán gente a la BY.
La delegada sindical explicó que la bomba de agua del edificio se tuvo que apagar por una fuga permanente en los mingitorios e inodoros que, en su momento, tampoco se reparó. Ahora no hay agua corriente en ninguno de los baños que utilizan tanto el personal como los usuarios.
Aseguró que empleados acarrean cubos de agua desde la cisterna del edificio cuando usan los baños, pero que no pueden obligar a los usuarios a hacer lo mismo.
“Desde el pasado 31 de agosto hicimos el reporte, pero no se ha reparado nada”, reiteró.
Añadió que el personal de intendencia tiene que estar limpiando constantemente y acarreando agua para que los baños estén más o menos aseados.
Otras carencias
Poot Cen dijo que el problema del agua no es el único, sino que la BY enfrenta otros desde hace tiempo: la mayor parte de los aires acondicionados y los deshumidificadores de la biblioteca dejaron de funcionar desde hace unos 2 años y no se han reparado, a pesar de que también se hicieron los reportes correspondientes.
—Este es un asunto más delicado, pues se ponen en grave riesgo los acervos que deben estar bajo clima controlado para evitar la proliferación de agentes bacterianos que afectan los documentos, subrayó.
—Otra de las fallas que se han comunicado varias veces, y que tampoco se ha atendido, es que una de las dos puertas de cristal de la sala principal de consulta de la BY está colgada y amenaza con desprenderse en cualquier momento, con el consiguiente riesgo para trabajadores y usuarios, pues es sumamente pesada. Lo que hemos hecho es colocar un par de sillas, una de cada lado, para evitar que la gente use esa puerta y así evitar también un problema mayor, dijo.
Finalmente dijo que le consta que tanto el director como la administradora de la Biblioteca Yucatanense han enviado innumerables correos e incluso han hablado directamente con el encargado de servicios generales, el jefe del Departamento de Patrimonio Cultural, el director de Administración e incluso con el titular de la Sedeculta, pero sin ningún resultado. La única respuesta de todos ellos es: “no hay dinero”.
(David Rico)