PROGRESO, Yucatán, 15 de septiembre.- “Desde el jueves, por el aniversario de la defensa del Castillo de Chapultepec y las fiestas que concluirán este domingo con el magno desfile de las escuelas, las corporaciones uniformadas han tenido o vivido un ambiente de fiesta como todos los años, aunque no con la animación del pasado en que todo Progreso celebraba los hechos gloriosos de este mes.
Este viernes por la noche se efectuó un desfile de la asociación de charros con reinas y la presentación de la Abuelita Independencia, doña Nidia Rosado Peniche, destacada dama de la sociedad progreseña.
Frente al Palacio Municipal se efectuó luego un festival, organizado por los mismos charros, por lo que el lugar se llenó de espectadores para presenciar el festejo charro, y hubo desde luego una ofrenda a cargo de los mismos.
Este sábado por la noche se escenificó el Grito de la Independencia, el Grito de Dolores, a cargo del Presidente Municipal Julián Zacarías Curi, y lo acompañaron los jefes de las corporaciones uniformadas y hubo honores a cargo de las escoltas.
Ceremonias
Luego se ofició un festival por el pueblo y, como todos los años, después del “Grito” vino la celebración de la Independencia de México a cargo de la iglesia con sus campanas y otras manifestaciones de las instituciones más señaladas del puerto.
Esta celebración finalizó con aplausos del pueblo, luces especiales y la alegría natural de todos.
Mañana domingo se efectuará la ofrenda y el izamiento de la Bandera al pie del monumento al Padre de la Patria y luego se llevará a cabo el magno desfile de las corporaciones navales y de seguridad con sus equipos, y las escuelas.
Como todos los años, el pueblo saldrá de sus casas para presenciar este evento de tanta importancia.
Con este desfile, que siempre se lleva a cabo el 16 de septiembre, concluirán las ceremonias y festejos dedicados a nuestros héroes.
En realidad se cumplió con el recuerdo a los hombres que nos dieron Patria, las fiestas en general no tuvieron el mismo colorido del pasado en el que los festejos no solamente eran la ceremonia del Grito ofrendas y desfiles, sino fiestas por todas partes, desde el centro hasta las colonias y la mayoría con sus adornos.
Fiesta del aniversario otros tiempos
Ya mencionamos que ahora los aniversarios cívicos ya no son como antes, porque en el de la Independencia antes era todo un día de fiesta.
A partir del gran desfile que se efectuaba por la mañana del 16 de septiembre, después de la ofrenda al Padre de la Patria todo era fiesta en el puerto. La noche anterior se habían efectuado bailes de los distintos sectores en el Centro Español, Unión Juvenil, Maniobras Marítimas, Plataformeros, y después del desfile y la reunión cívica en los bajos del Palacio.
Todo era fiesta en el puerto desde el centro hasta las colonias y también había actos sociales en las comisarías.
En las colonias de este puerto, organizadas por las autoridades y distintas sociedades, se efectuaban charreadas, corridas de toros, dzop-sandías, palos ensebados y bailes por distintos puntos de la ciudad, de tal manera que la fiesta llegaba hasta la noche, porque todo lo que se efectuaba era de carácter festivo para el pueblo, pues así se le celebraban los principales actos cívicos y patrióticos.
Para los que escriben
Absurdo, tontería, sin sentido, asnada, ingenuidad, barbaridad, sinrazón, patochada, extravagancia, locura, incoherencia, divagación, inepcia, logomaquia, galimatías, simpleza, burdo, ausencia, distracción, inconsecuencia, enormidad, antinomia, “pantalonada”, aturdimiento, ligereza, antilogía, bufonada, chorrería, bruto, tonto, palurdo, irracional, extravagante, estúpido, ingenuo, incoherente, inepto, logomáquico, ilógico, ridículo, bobo, inconsecuente, torpe, zopenco, negado, asno, papanatas, ganso, nulo, imbécil, idiota, inocente, pavo, bobear, fastidiar con majaderías, decir ridiculeces, hacer tonto, no tener sentido común, desbarrar, divagar, bestia, tontería, razonable posible.
Se acabaron las industrias familiares
Aunque no lo crean los lectores, pero antes teníamos muchas industrias progreseñas, la mayoría formadas por las mismas familias en sus domicilios.
Todavía hay viejos habitantes que recuerdan que teníamos grandes y pequeñas industrias propias de este puerto.
De las principales industrias se puede hablar de las fábricas de gaseosas, refrescos que competían con los de Mérida de don Pepe López, y de Chocolate de Teresa Ramírez.
De chiles embotellados del inteligente trabajador Verde; de pan, espacialmente galletas, de Carvajal y Luis Ojeda; de hielo, cuando no teníamos ni corriente, de Octavio Aguado; de muebles, de los maestros Chuc y Tejada; de pelotas de béisbol, de pinturas con aceite de tiburón y betunes para zapatos, de don Alfredo Bobadilla Patrón.
De ropa para mujer y hombre, de numerosas modistas, entre ellas Kety Escalante y Ana María Frías Bobadilla, y los sastres Maldonado Cruz y Ruiz.
De dulces, de las familias Peña y Robira; y dulces de los hermanos Milán.
Claro que teníamos otros fabricantes por las noches, como Palomos Nochebuena y Charrito; y no olvidemos a la familia Pinto, fabricante de piñatas.
Todos nuestros fabricantes se acabaron y ahora han surgido grandes empresas, como las que filetean y venden productos de mar, que funcionan en la colonia Vicente Guerrero y puerto de abrigo Yucalpetén; y el fabricante de barcos Agustín Acevedo.
Las aves y los cerdos se producían en los patios
Como están enterados los lectores, en la actualidad hay grandes empresas que se dedican a surtir al mercado de aves, cerdos y de otros animales comestibles, pero antes lo hacían las familias con lo que producían en los patios de sus casas.
En el presente tenemos grandes industrias de producción de alimentos como los cerdos y las aves, tan grandes que cada día se extienden más no sólo para surtir al pueblo a través de los mercados sino hasta exportar, pues se trata de uno de los más grandes negocios que existen, con miles de trabajadores.
Antiguamente no existían esas empresas y el surtido de alimento lo hacían las mismas familias que en sus casas criaban esos productos, que luego vendían casa por casa o a los abastecedores del mercado; y en el caso de los productos de mar también había familias que se dedicaban a la pesca para vender.
En la actualidad el pueblo abandonó esa forma de tener un negocio en su propia casa y, como ya dijimos, han surgido grandes empresas que surten los mercados para la alimentación del pueblo.
Si se recuerda, también en el pasado se dedicaban a la venta para alimentar al pueblo los ranchos, cuyo trabajo era precisamente la cría de ganado porcino y bovino, aves y también vacas para vender su leche y surtir a los negocios para su consumo, y también criaban caballos para distintas actividades en la población.
El sabor del deporte
El verdadero sabor del deporte no está en los diamantes de béisbol, en las canchas de básquetbol o en los cuadriláteros de box, sino en las tribunas, en los palcos, en las galerías, donde son los mismos aficionados los que montan episodios de colorido para que disfruten todos, además de lo que se da en las lonas, en los montículos de pelota y en las áreas de gol.
En el caso de los miércoles por la noche, en el Circo Teatro Yucateco, lo que hacía chuparse los dedos, como se dice, en la mesa de comer, estaba desde la puerta del coliseo escuchando la murga de Colito hasta el momento de salir del espectáculo y ver el rostro de quienes habían apostado en favor de uno de los peleadores que cayó fulminado en el tercero o cuarto round, incluyendo toda la diversión que originaron diversos individuos con sus gritos, palabrotas, frases ingeniosas improvisadas y la actitud muy nerviosa de Moreno, que se pasaba todo el recorrido de la función disparando golpes por su nerviosidad como lo hacían los que estaban sobre el cuadrilátero.
En ningún otro espectáculo se divertía tanto la gente como en el Circo Teatro Yucateco las noches de box, porque en esta catedral, como la llamaríamos, hubo de todo, además de box, toros y teatro, hasta sainetes políticos para demostrar simpatía a un candidato, como se hace ahora.
La mayoría de los aficionados iban preparados para gozar, por ejemplo, con los solos de trombón de don Marcos Cool Novelo “Colitos”, quien durante muchos años puso la nota pintoresca en los espectáculos boxísticos y también en otras diversiones.
Desde horas antes de empezar la función, cuando apenas llegaban de distintos puntos de la ciudad de Mérida, los aficionados, “Colito” ya estaba deleitando a la multitud con sus danzones y pasos dobles, lo que hacía que incluso la gente entrase casi bailando al coliseo y cuando se dejaba de escuchar la música, es que las preliminares del programa se iban a iniciar.
Fue tal la popularidad de don Marcos que el público se ponía de pie muchas veces pera aplaudirle más que a los mismos boxeadores cuando abandonaba el ring después de un reciente combate, porque a la gente le causaba mucha gracia ver u oír cómo el hombre manejaba el trombón con sus respectivas desentonadas.
Los viejos fans recuerdan mucho a “Colito”, sobre todo cuando se disparaba aquella canción considerada como clásica en todos los festejos públicos: “Granada”, y otras piezas muy difíciles de interpretar, porque a lo mejor, cuando alguien la interpreta, de repente se le “va el gallo”.
En medio de gritos, aplausos y vivas del multicéfalo, don Marcos terminaba su actuación saludando con una levantada de mano, como hacen los boxeadores al finalizar un encuentro.
Por ahí empezaba lo bonito de esas noches del Circo Teatro Yucateco, que nunca se olvidarán.
En otros capítulos se hablará de otras sustancias que le dieron sabor al deporte en esa catedral del espectáculo ya desaparecida.
Las anécdotas también divierten
-¡Juan, Juan! ¡Que la niña se ha bebido la tinta!
-Pues dale papel secante.
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-¿A dónde va este camino?
-No va, está quieto.
-¿Pero hasta dónde llega?
-Hasta que se acaba.
-¿Y dónde se acaba?
-A donde termina.
-Eso ya lo sabía.
-Entonces para qué pregunta.
***
-Oye, mamá, ¿está tronando?
-No, es tu papá que ronca.
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El chico:
—¡Papá, papá! En el techo hay una araña.
El papá:
—¡Písala y calla!
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—Su fortuna la ha hecho con el negocio de aviones.
-Siempre dije que era un hombre de ideas elevadas.
Humorismo Porteño
“¡Qué me muero que no veo, que se nublan mis ojos!”, así estaba el padre Nicolás, gitano no muy popular y gracioso que desde hacía un mes estaba en cama, muy enfermo y sin esperanza de vida, pues el médico le había ya desahuciado.
Su mujer, muy apenada, había ya avisado a los parientes, todos, y éstos iban acudiendo para ver al enfermo.
Como sabían que apenas si veía y había perdido el conocimiento casi a medida que iban entrando, le preguntaban:
-Nicolás, ¿cómo sigues? ¿Me conoces? El pobre estaba que apenas sí respiraba.
—¿Cómo vas, primito?, ¿te sientes mejor?, ¿me conoces?
Nicolás llamó a su mujer y le preguntó:
-Oye, Nicasia, ¿qué estamos en carnaval?
-¿Por qué lo dices?
-Pues porque todos me preguntan ¿Qué me conoces? ¿Qué me conoces?
***
-Pepito, ¿te acordaste de tu hermanita cuando te di las manzanas?
-Sí, señora, por eso me las comí antes de llegar a casa.
(R.F.B.)