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Yucatán

 

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Cartas, muñecos de peluche y de plástico, monedas, collares, fotografías y otros tantos recuerdos infantiles depositaron ayer alumnos de las primarias “Zamná” y Técnica 2, en la Cápsula del Tiempo ubicada en el Jardín de los Vestigios del Gran Museo del Mundo Maya de Mérida.

Organizado por el Instituto de Historia y Museos de Yucatán (IHMY), como parte de la Semana Cultural del Atlas Histórico y Cultural que se presentó el lunes pasado, los elementos depositados por los niños y las niñas se sumaron a los documentos técnicos, arquitectónicos y administrativos que formaron parte del proceso de construcción de esa obra y que también fueron resguardados en la caja metálica que será abierta dentro de 25 años.

Los “Guardianes de la Cápsula del Tiempo”, como se les denominó a los estudiantes, hicieron fila y uno a uno fueron depositando juguetes de madera, plástico y tela, entre ellos pequeños autos, figuras de leones, dinosaurios, una muñeca maya, billetes de 20 pesos y monedas de 50 centavos.

Con o sin bigotes

El acto estuvo presidido por el director del IHMY, Jorge Esma Bazán, quien platicó y bromeó con los pequeños y les hizo notar a los niños que, dentro de 25 años, con y sin bigotes, y seguramente otros con muchos hijos, serán testigos y descubrir los secretos de la Cápsula del Tiempo.

Dijo que, a lo largo de su larga carrera de servidor público, “pusimos nuestra voluntad, vocación, imaginación, experiencia, energía y parte de nuestra vida para que hoy las niñas y los niños de Yucatán y del mundo puedan tener un Gran Museo como lo es el del Mundo Maya”.

—Es importante tener un lugar donde los niños puedan imaginar, pensar y reflexionar de dónde venimos, cuál es nuestro compromiso con la historia y con la vida; ustedes podrán ser testigos dentro de 25 años de lo que aquí hoy fue el esfuerzo de ingenieros, arquitectos, inversionistas y de todos los trabajadores, más de mil, que dejaron su esfuerzo y pusieron piedra sobre piedra para dejar esta grandiosa obra, estableció.

El funcionario caminó entre los infantes y preguntó qué significaba para ellos la vida, recibiendo varias respuestas, entre ellas, que “el tiempo es oro”, “es la vida”, “es el ayer, el presente y el mañana”, respuestas que fueron coronadas con los aplausos de los presentes.

Larga y sana vida

Por su parte, Laura Ramírez Rasgado, directora ejecutiva del Gran Museo del Mundo Maya, mencionó algunos de los documentos y objetos que se resguardaron dentro de la cápsula, en tanto que Josefina Rivas Acevedo, embajadora del equipo de Grupo Arquitecture y de todos los arquitectos e ingenieros que concibieron el diseño arquitectónico y ejecutivo del GMMM, comentó que solamente el tiempo juzgará la huella y persistencia de esta obra en la memoria colectiva de los habitantes de esta gran ciudad y de sus visitantes.

Por su parte, María del Carmen Camacho Jasso, representante de la Promotora Cultura Yaxché, inversionista proveedor responsable de la edificación y servicios del Gran Museo, dijo que a tan sólo unos años de su apertura “hemos sido reconocidos a nivel mundial alojando magnos eventos nacionales e internacionales, desde muestras exquisitas de arte hasta debates presidenciales”.

También intervino Víctor Manuel Guillermo y Alavez, asesor técnico del GMMM, quien pidió a Dios que a los niños y jóvenes custodios se les conceda larga y sana vida, que les permita alcanzar sus sueños más anhelados, gran éxito en sus acciones emprendidas y que el 20 de septiembre del 2043 estén presentes en la apertura de la cápsula.

Finalmente, Minelia Yah Interián, anfitriona de salas del GMMM, envió en lengua maya un mensaje en el que pidió a los pequeños que se comprometan a realizar acciones para que prevalezca la lengua maya.

(Rafael Mis Cobá)

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