Repasan auge y decadencia del henequén yucateco

Al comentar el capítulo “Estado y Modernización” del Atlas Histórico y Cultural de Yucatán, las coautoras Ana García de Fuentes y María Dolores Cervera detallaron la transformación económica que sufrió el Estado entre la época de producción henequenera y su decadencia, y los beneficios que trajo la creación de Cancún como polo de desarrollo turístico y la explotación petrolera en Campeche.

También se tocó el tema cuando entró la fiebre aftosa al país y prácticamente se sacrificó todo el hato ganadero para evitar que la enfermedad ingresara a los Estados Unidos, pero que Yucatán, precisamente por su configuración, no resultó afectado y ello fue un factor para que se comenzara a incrementar la producción ganadera y que incluso mucho del repoblamiento ganadero del país salió de Yucatán.

De igual forma se refirió que, otro gran cambio experimentado, fue en el sector agrícola con el proyecto del Plan Chaac en el Sur del Estado, con la producción de cítricos con sistema de riego impulsando de esa manera una región donde la agricultura estaba mal diversificada.

En el caso del henequén, se subrayó que fue el eje de la actividad económica hasta la década de los setenta cuando empezó a decaer su importancia, porque se comenzaron a cerrar los mercados por el surgimiento de las fibras sintéticas y porque esta planta comenzó a ser producida en otros lugares.

Decadencia

El gran auge del henequén que generó riqueza en Yucatán desde el siglo XIX, se basó en que esta fibra sólo se producía en Yucatán y eso propició un gran mercado que creció mucho porque la fibra se empezó a utilizar como hilo de engavillar para amarrar heno para el ganado en Estados Unidos, además del mercado general de soga para barcos y para otros usos.

Para la década de los cincuenta surgen las fibras sintéticas y Brasil empieza a producir también fibra de una variedad de agave, al que se suma después Tanzania y otros países.

Entonces –expusieron las investigadoras–, realmente el henequén deja de ser negocio y el Estado lo asume y se inicia un largo proceso de subsidio a la producción que llega hasta los noventa, período en el que el henequén sigue produciéndose, pero ya no es lo que domina la economía.

En los setenta hay dos elementos que transforman la economía de Yucatán. El primero, el surgimiento de Cancún y, el segundo, la explotación del petróleo en Campeche, esos dos factores movilizan y transforman totalmente la economía de Yucatán porque, en ambos casos, la infraestructura y mano de obra la aporta en gran parte Yucatán.

(Rafael Mis Cobá)