El bordado yucateco, así como la vida y la muerte forman parte de la obra de Ricardo Can May, que ha contribuido a colocarlo como uno de los artistas jóvenes con una propuesta novedosa y bien cotizada.
“Richo”, como se le conoce, es originario de Kimbilá, tierra de artesanos, explicó ayer en entrevista que precisamente parte de su obra tiene el objeto de reivindicar el trabajo de los artesanos.
“Lo que he tratado en parte como mi trabajo es llevar las artesanías a otro contexto. Pues si de una artesanía, como un bordado, le cambias el formato adquiere otra dimensión. Si tienes el bordado, por ejemplo, de un hipil, tiene ornamentos, color, texturas, pero tomas un pedazo y le pones un cuadro, ya lo puedes exponer en una galería y todo adquiere otro significado y valor monetario incluso”, comentó.
Así, señaló que una de las series en la que ha trabajado es la de bordados, con los que ha generado obras que han sido muy bien aceptadas y cotizadas. En este tema en particular trabaja con su madre María del Pilar May, quien hace los bordados y luego él les coloca un cuadro pintado.
Estas obras se han colocado en el gusto de la gente y señaló que ha tenido buena demanda, aunque reconoce que no ha sucedido lo mismo con su obra que habla de la vida y muerte y que básicamente muestra cráneos en diferentes matices.
El artista estudió Artes Visuales en la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) y al final de su carrera inició este proyecto de pintar la vida y la muerte.
Dijo que fue en 2015 que empezó a pintar cráneos y explicó que eligió este tema como una forma de denunciar la violencia que se vive en el país, además de que la muerte, los cráneos, las calaveras, forman parte de la cultura mexicana.
“Creo que este trabajo es en parte para denunciar esa violencia que se vive en el país y también en Yucatán con asesinatos, feminicidios. Pero también he querido mostrar un sentir personal que tiene que ver con pérdidas”, expresó.
Su obra abarca varias técnicas como el óleo, acrílico, lápiz y técnicas mixtas; también trabaja en diferentes formatos y tamaños, y sus producciones se han expuesto en diferentes espacios, como la Pinacoteca de Valladolid, el Museo de la Ciudad de Mérida, en la galería Karne Krop, y el próximo diciembre en el Centro de Artes Visuales (CAP).
(David Rico)