Yucatán

'Barrabasada”: estupidez, idiotez, tontería

Por Roldán Peniche Barrera

 

Yucatán Insólito

Y aunque lo usamos a manos llenas en Yucatán, no es yucatequismo.

He aquí como lo registra el DRAE:

BARRABASADA. s.f. Fam. Acción propia de un barrabás.

BARRABAS s.m. (de Bar Abbás, malhechor judío indultado en vez de Jesús) Fam. Persona mala, inquieta o traviesa.

No lo mencionan nuestros otros diccionarios, a pesar de su extendido uso en la península.

Los yucatecos no se inspiran para emplear esta voz en lo que expresa la Academia, sino que han creado su propia acepción.

Veamos un ejemplo:

Discuten en el café algunos sabios y ciertos sabihondos:

-Ya son las doce, sabios y no sabios -dice el Julianillo- y es la hora cristal. ¿Las dan o las doy?

-Dalas tú pero que sea en el Chema’s.

-El Chema’s stá cerrado querido Yorch.

-Vamos al Dzalbay, señores -sugiere Gelman.

-Parece que el Dzalbay -comenta el mataor- sólo chambea de noche pues ahora es Nightclub. No como en épocas de mi amigo Adán Contreras cuando era una cantina de mediodía y la pasaba yo a todo trapo.

-Pues vamos con el Mulix ¡órale! -dice el Wachy.

-No, allá no -opina el Chucho- Stá caliente la cerveza.

Pero nos trata bien Mulix -añade el tío Pascual.

-No, nos tratan mejor en el Foreing -apunta el abogao Patrón.

-No, te digo que es mejor el Mulix -insiste el tío.

-No, el Foreing. (De pronto da un manotazo D. Julián en la mesa y grita:

-¡Ya me llegaron a la coronilla! ¡Dejen de decir barrabasadas y vámonos donde sea!

Versos (Concluyen)

Ninoshka Sáenz Lara

-No quiero escuchar

-Te enseñaré algo en qué creer

-Ya tengo algo en lo que creo

-Algo mejor

-¿Mejor?

-Sí, te ofrezco amor

-¿Amor?

-Amor verdadero

-¿Verdadero? Tus palabras son extrañas

-Entonces mira mis acciones distintas a las armas…

La sabiduría del Maestro Marby Yerves

Sin conocer el nombre de la hermosa planta medicinal desarrollada en nuestro patio, nos dirigimos al sabio Mtro. D. Ely Marby Yerves (quien originalmente nos regaló un ramo de dicha planta) y le preguntamos al respecto. Sin pérdida de tiempo nos respondió: “Es muicle”. “¿Para qué es buena?” preguntamos: “Purifica la sangre” y enseguida nos explicó cómo se prepara.

Lo saludamos por lo que sabe y aprovechamos la ocasión para acusar recibo de la revista de La Peña del Café (No. 45), sociedad que él preside, y que dedica su primera plana a homenajear muy justamente a la inolvidable maestra y literata Nidia Esther Rosado de Figueredo, en el Primer Centenario de su Nacimiento. Muy interesante el contenido de “Voz y Reflexiones” que, repetimos, encabeza el escrito de los c.c. Licdo. Hugo Yerves Peniche y c.c. escritores Patricia Garfias, acerca de los 100 años de la Maestra Nidia Esther. En las páginas finales de la revista observamos unas nítidas fotografías de alguna de las sesiones de los desayunos de la “Peña” donde es posible identificar a la poetisa Pilar Acevedo, el Dr. y relator D. José Perulles, el brillante ingeniero Diego Alfonso Berzunza (en pose meditativa) y a otros y a otras distinguidos socios y socias que no pudimos identificar. Gracias por el ejemplar, Mtro. Yerves Ceballos. Vale.