Yucatán

Dicen que Sedesu inspeccionó laguna de aguas negras en Kinchil

Pero lo informó la empresa imputada, no la dependencia

Personal de la Secretaría de Desarrollo Sustentable inspeccionó la laguna de aguas negras en el municipio de Kinchil, cuyo origen se atribuye a una granja de cerdos del Grupo Porcícola Mexicano, empresa situada en el ojo del huracán por no cumplir con las normas de cuidado y resguardo ambiental.

Llama la atención que haya sido la empresa, propietaria de Kekén, la que haya informado de la visita de los funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Sustentable y el Ejecutivo no haya enviado una postura oficial del tema.

También resulta sumamente curioso que en el boletín de Kekén se informe que la visita fue el pasado jueves 10 de enero, cuando el viernes 11 la titular de la SDS, Sayda Rodríguez, informó a la prensa que aún no tenía fecha la inspección al sitio.

Se informó que durante el recorrido, la autoridad competente constató que las aguas residuales emitidas de estas granjas son enviadas a una planta de tratamiento, la cual “a través de la más alta tecnología y en apego estricto a la normatividad, separa los sólidos, clarifica y desinfecta. Una vez desinfectada el agua, se envía al área de riego, la cual cuenta con una extensión aproximada de 78 hectáreas”.

El comunicado dice: “El pasado jueves 10 de enero, personal de la Secretaría de Desarrollo Sustentable se presentó al predio que ocupa la granja porcícola propiedad de Grupo Porcícola Mexicano S.A. de C.V. ubicada a 2 kilómetros al sur del km 63.5 de la carretera Mérida- Celestún a 20 Km del municipio de Maxcanú, Yucatán, con el objeto de inspeccionar el predio.

“Durante el recorrido, la autoridad competente constató que las aguas residuales emitidas de estas granjas son enviadas a una planta de tratamiento, la cual a través de la más alta tecnología y en apego estricto a la normatividad, separa los sólidos, clarifica y desinfecta. Una vez desinfectada el agua, se envía al área de riego, la cual cuenta con una extensión aproximada de 78 hectáreas.

“Ya en el área de riego, el personal adscrito a la Secretaría inspeccionó la zona donde se encontró un cuerpo de acumulación de agua. Sin embargo, se observó que las condiciones de esta agua no coinciden con el agua proveniente del sistema de tratamiento de aguas residuales de la granja.

“Además, se observaron rastro de especies tales como ciervo de cola blanca (Odocoileus virginianus), pecarí de collar (Pecari tajacu), pavo ocelado (Meleagris ocellata) y cocodrilo de pantano (Crocodylus moreletii) por lo que no existe daño a la flora y fauna local.

“Es importante destacar que durante los recorridos alrededor de los cuerpos de acumulación de agua tampoco se apreció mal olor. (Situación que contrasta con lo hallado por reporteros de POR ESTO! hace unos días, pues sí se constató los fétidos olores de esa laguna de aguas negras)

“Por último, se realizó una toma de muestra y se puso a la vista el registro de muestreo y cadena de custodia para que se realicen los análisis correspondientes.

“Por otro lado, durante dicha diligencia, la empresa pudo constatar que existen indicios de que la entrada al predio ha sido violentada y que las instalaciones de las tuberías de riego han sufrido daño intencional, por lo que se tomarán las acciones legales pertinentes.

“Kekén tiene un compromiso con el desarrollo sustentable de Yucatán. Contamos con la más alta tecnología y nos apegamos a los más estrictos estándares para el cuidado del medio ambiente en cada una de nuestras operaciones.

“Además de ser un motor para el empleo y la economía local, Kekén busca tener impactos positivos en las comunidades donde estamos presentes a través de programas de responsabilidad social e iniciativas de conservación ambiental.

“Para nosotros es fundamental actuar en todo momento apegados a la normatividad y en total transparencia, por lo que estamos abiertos a que tanto autoridades, organizaciones ciudadanas o medios de comunicación constaten de primera mano la responsabilidad de nuestras operaciones”.

Cabe anotar que el reportero solicitó fotografías de la inspección, pero no se le proporcionaron.

En nuestra edición del sábado publicamos que un grupo de habitantes de Kinchil han decidido organizarse y hacer oír su voz, pues consideran que los desechos de las granjas porcícolas representan una amenaza cierta para el medio ambiente, ya que al no recibir un tratamiento adecuado y contaminan el manto freático y afectan la flora y fauna del entorno.

(Rafael Gómez Chi)