El DIF Municipal canaliza diariamente entre 34 y 40 indigentes al albergue El Buen Samaritano, además de ofrecerles talleres de urdido de hamacas y carpintería para que aprendan algún oficio y puedan trabajar para obtener ingresos, manifestó ayer su presidenta, Diana Castillo Laviada.
Sin embargo, expuso que la mayoría de estas personas prefieren mantenerse en las condiciones en que se encuentran y, en lo que va de la presente administración, sólo tres se han interesado por ese apoyo que el Ayuntamiento ofrece a través de la Dirección de Desarrollo Social.
Entrevistada después de participar en un acto con motivo al décimo aniversario del CRIT en el Estado, la presidenta del DIF Municipal señaló que todas las noches, con el apoyo de la Policía Municipal, se recogen a cerca de 40 indigentes y se les lleva al Buen Samaritano, donde se bañan, se les proporciona ropa limpia, les dan su cena y duermen.
Talleres
—Nosotros, a través de la Dirección de Desarrollo Social, también les ofrecemos talleres de urdido de hamacas y de carpintería para que aprendan un oficio y dejen de ser indigentes y, de esa manera, trabajen y puedan tener otro tipo de ingresos, acotó.
Hasta ahora –continuó– sólo hemos incorporado a este apoyo a tres indigentes que se han interesado, pero la verdad es que nosotros pensamos que, con que logremos que uno solo deje de ser indigente y cambiemos su vida, valió el trabajo, valió la pena y no descansaremos hasta lograr que se incorporen más.
(En nuestra edición de ayer dimos a conocer que los llamados pordioseros en el Centro Histórico son muchos y, al parecer, el Estado no tiene algún programa específico para su atención).
Castillo Laviada comentó que el Ayuntamiento no tiene un censo sobre el particular y, en consecuencia, se desconoce el número real de personas que se encuentran en estas condiciones en la ciudad.
Insistió que lo que sí realiza la Comuna es canalizarlos al albergue antes mencionado para que tengan un espacio digno donde asearse, comer y dormir, aunque sostuvo que estas personas son reincidentes y prefieren regresar a las calles y no aceptar la ayuda para que aprendan un oficio y logren valerse por sí mismas.
(Rafael Mis Cobá)