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Yucatán

'Llevarse a alguien entre las patas”: comprometerlo en un aprieto voluntaria o involuntariamente

Por Roldán Peniche Barrera

Yucatán Insólito

Este modismo se utilizó en Yucatán por buena parte del siglo XX y en lo que va del actual.

Aparte del uso personal lo empleamos en el argot policial y lo escuchamos en el cine o en la televisión. “Llevarse a una persona entre las patas” es involucrarla en un asunto grave, por lo general sin que tenga algo que ver para nada en el mismo. Lo mismo puede tratarse de un crimen, de un negocio turbio, de un robo o de un asesinato. El verdadero culpable, bien sea en forma voluntaria e involuntaria “se lleva entre las patas” (un dicho un tanto animalesco) a un inocente quien es declarado también responsable de lo que se trate. O sea, se hace válido aquel viejo refrán de “justos pagan por pecadores”.

Mas para no enredarnos en explicaciones confusas, he aquí un claro ejemplo:

-¿Supiste que el Barrigas mató al gato malix de Tota K-Chona? -le pregunta el tío Pascual al “Gasolina”.

-No, tío. Oye ¡qué mala onda! Deberían meterlo al bote.

-¿Al gato?

-¡No hombe! Al “Barrigas”. El gato ya murió.

-Lo hicieron. El Tota lo demandó y tendrá que pasarse 3 días en el “tanque”.

-Bien merecido. Ojalá fueren 3 años.

-Lo malo es que también “comió bote” el Dr. Gorgojo, que sólo pasaba por allá y no tuvo nada que ver con el crimen.

-¡Ay, el Barrigas se lo llevó entre las patas!

En su lugar y para estar bien hidratados, nosotros debemos consumir suero, el cual se puede elaborar poniendo en un envase dos litros de agua embotellada, le exprimimos un limón, una cucharadita de miel, un poquito de sal y una pizca pequeñísima de bicarbonato, lo mezclamos y lo tomamos cada vez que tengamos sed. Pero nunca te atrevas a tomar agua directamente del suelo, es decir, sin filtrar, porque corres el riesgo de contraer alguna enfermedad infecciosa como poliomielitis, meningitis, cólera, tifoidea, disentería y hepatitis A o B. Al igual que en mis propósitos anteriores, cada día consumiré más suero. ¡Venga!

Mi quinto propósito sería evitar la vida sedentaria, la cual junto con los carbohidratos simples y algunos compuestos producen obesidad; recientemente nos enteramos a través de nuestro POR ESTO! que 7 de cada diez personas en Yucatán tienen sobrepeso, lo cual es malísimo para nuestro corazón, porque lo obliga a realizar un mayor esfuerzo para llevar la sangre a todo el organismo, lo que podría ser de consecuencias impredecibles. Así es que a partir de hoy caminaré rápidamente unos 20 minutos, lo haré tres veces por semana y poco a poco aumentaré los días de caminata, hasta lograr hacerlo toda la semana.

Mi sexto propósito será dormir entre 6 u 8 horas diarias ya que se ha demostrado que el sueño tranquilo y reparador, es muy saludable para nuestro organismo, y para lograrlo dejaré de dormir por las mañanas o sea, dejaré de hacer la siesta después de comer, porque eso impide que duerma correctamente durante la noche. Si logro dormir esas horas, sin recurrir a pastillas inductoras del sueño, será un gran triunfo para mi organismo. ¡Sí señor!

Mi séptimo propósito sería evitar el consumo de tanta comida chatarra, es decir el exceso de fritangas como charritos, cheetos, papitas, nachos, tostitos y toda clase de botanas preparadas con abundante sal y grasa saturada; a propósito, consumir sal es bueno, pero debe ser sal de mar, no refinada para los paladares finos y procurar que sea sumamente poco su consumo.

Mi octavo paso es evitar las comidas rápidas, las cuales son funcionales pero poco nutritivas, así es que a partir de hoy se acabaron las pizzas, las hamburguesas y las riquísimas papas fritas llenas de sal y grasa saturada, los hot dogs, los nachos, ya dichos, etc. Pero aclaro, evitaré su consumo poco a poco, con mucha paciencia.

(Concluye mañana)

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