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Erica Millet Corona, Secretaria de la Cultura y las Artes, dijo ayer en rueda de prensa que de los 510 millones de pesos que solicitó esa dependencia de presupuesto para el 2019, más de la mitad, 260 millones, se lo llevará el Gran Museo del Mundo Maya.

Esa cifra es para pagar la deuda anual por ese inmueble construido bajo la modalidad de una PPS (Proyectos para la Prestación de Servicios), que incluye además la vigilancia, limpieza y mantenimiento, entre otros.

–¿En materia de transparencia, qué se encontró en el Gran Museo del Mundo maya? –se le preguntó.

–En el área de museos específicamente, yo lo que me atrevería a decirles en este momento que se observó es que los recursos destinados al Instituto de Historia y Museos se utilizaban para muchas cosas que no tenían que ver con la vocación que deberían tener un museo y un Instituto de Historia y Museos. Sabemos que el recurso se utilizaba para edición de libros, para diseño de festivales, y creemos que la actividad predominante de un Instituto de Historia y Museos y una dirección de Museos y Patrimonio no debe ser esa. Y lo que estamos logrando con esta fusión que nos indicó el Gobernador del Estado, es darle a cada espacio su verdadera vocación. Seguiremos teniendo festivales en el Estado, seguiremos teniendo ediciones de libros conforme el presupuesto lo vaya permitiendo, pero todas serán llevadas y diseñadas de una manera profesional desde las áreas pertinentes, y esto permitirá que el trabajo sea más organizado y, por supuesto, mucho más profesional, respondió.

Una reportera señaló:

–Hace una semana el presidente de Ejecutivos de Finanzas habló específicamente del Gran Museo del Mundo Maya, y él decía que si ellos hubieran formado parte del Consejo Consultivo, ni siquiera hubieran aprobado esta inversión porque no es rentable.

–Creo que tiene mucha razón el presidente. Creo que el Gobernador del Estado lo ha dejado muy claro porque desde los primeros días de la administración creó un Consejo Consultivo para la ejecución del presupuesto estatal. Y creo que es la primera vez que se hace un Consejo Consultivo de esta índole que permitirá que sean los ciudadanos, a través de este órgano representados, quienes realmente decidan en lo que se va a invertir el presupuesto, a través de sus opiniones expertas y a través de lo que realmente merece su opinión como profesionales y como ciudadanos de Yucatán. Y por supuesto que si ese hubiera sido el caso en un principio cuando se diseñó todo este proyecto del Gran Museo digamos, por llamarle de alguna manera, pues yo creo que las opiniones hubieran sido muy diversas y a lo mejor hubieran ido en otro sentido.

Decisión unilateral

–¿Entonces se creó este Museo porque se tomaron decisiones en forma no consensada?

–Sí, definitivamente, creemos que esta situación que hoy nos afecta se debió a que se tomaron decisiones unidireccionales con los objetivos o los intereses que nosotros no conocemos.

–¿No se debió construir?

–Yo no me atrevería a decir que no se debió construir este Museo, porque es un espacio que puede dejarnos mucho, pero lo hubiéramos concebido de otra manera, o a lo mejor los objetivos hubieran sido diferentes. Pero el hubiera no existe, hoy estamos aquí, estamos ante esta situación, y como Gobierno del Estado, como Secretaría de la Cultura y las Artes, nos abocaremos a que los objetivos que nosotros tenemos se cumplan de una manera cabal, y que realmente el beneficio del trabajo que nosotros podamos desarrollar sea para el beneficio de todos los yucatecos.

–¿A cuánto asciende la deuda?

–Sabemos que la deuda gira en torno a los 19,900 millones de pesos, lo que se había manejado como un déficit presupuestal. Eso la Secretaría de Administración y Finanzas puede dar datos más precisos. Y luego se han ido encontrando otros faltantes. Entonces es una deuda importante, es una deuda que define en cierta manera el rumbo que tiene el trabajo, pero que con las políticas de austeridad que el Gobernador ha implementado, de alguna manera podemos paliar. Y yo siempre he dicho que la escasez se siente menos cuando se administra o cuando se trabaja tomando decisiones inteligentes, decisiones prácticas y, por supuesto, tratando de eficientar los procesos, y teniendo en cuenta que el dispendio ya no puede ser parte de la manera en que laboramos todos los días.

Ustedes saben que el Gobernador fue muy claro en estas políticas de austeridad, que los funcionarios públicos no somos ahora lo que eran en el pasado. No tenemos ningún beneficio, ningún lujo de los que se gozaba con anterioridad, todos tenemos una vida de trabajo mucho más dedicada a lo que debemos estar dedicados, mucho más austera, pero creemos que con evitar el dispendio vamos a lograr eficientar los recursos con los que contamos, que si bien son comprometidos, pueden alcanzar para hacer un trabajo digno y que se note en beneficio de Yucatán.

Se utilizaban mal los recursos

–¿Y del GMMM, cuánto se paga al año?

–Tenemos una deuda que gira en torno a los 260 millones de pesos anuales. Ustedes saben que el Instituto de Historia y Museos trabajaba con un presupuesto independiente, porque era una paraestatal, no era parte de una secretaría, por lo tal las reglas de operación son un poco diferentes. Pero sí creo que de los principales problemas del IHYM es que los recursos se utilizaban de una manera digamos que no estaban dedicados a lo que deberían estar dedicados, y que muchas veces hubiera parecido que las exposiciones museísticas eran sólo un pretexto para llevar a cabo otras actividades.

Lo que creemos es que el presupuesto debe realmente invertirse en la vocación del inmueble que es la preservación, la conservación y la difusión de nuestro patrimonio, y que el dinero que se tenga ahora servirá específicamente para eso.

–¿Cuánto cuesta el mantenimiento de este monstruo?

–El mantenimiento de este monstruo es lo que cuesta 260 millones de pesos al año, 21 millones mensuales, porque está convenido con una empresa prestadora de servicios, que es parte de lo que lo encarece.

Eso incluye el mantenimiento. Es eso lo que estamos tratando de evitar, queremos que los precios sean de alguna manera reducidos a través de las gestiones del Gobierno del Estado, pero mientras se logra alguna negociación al respecto, estos precios incluyen mantenimiento de las áreas del museo, mantenimiento de cuestiones técnicas del museo, vigilancia, limpieza de todos los días. Eso es lo que la prestadora de servicios incluye.

–¿De quién es este Museo?

–El Museo es del Gobierno del Estado, pero ahora es una deuda lo que mantiene esta relación, o sea, adeudamos un importe considerable por el inmueble, entonces la deuda incluye una prestación de servicios específico.

–¿Cuántas personas lo visitan al día?

Nelly Alonso, coordinadora de comunicación del museo intervino para responder:

–Vienen 600 personas al día, 3,600 a la semana en temporada regular, y en vacaciones diario de 1,400 a 1,500 personas. Todos los que tienen que pagar pagan y, los que tienen la gratuidad por ser estudiantes, maestros o con la credencial, entran gratis y los domingos es gratuito para los yucatecos.

Ventajas

–¿Qué ventaja tiene que ahora el GMMM pertenezca a la Sedeculta?

–Que las entradas del Museo a partir de ahora van a ser gestionadas como es gestionado todo ingreso económico del Gobierno del Estado. Además, el Museo por supuesto al ser parte de la Sedeculta es propenso a recibir apoyos federales y de otras fuentes de financiamiento, como cualquier otra instancia. Se pueden pedir, por ejemplo, los programas Paise para infraestructura.

–¿Ha habido recortes por el presupuesto para este año?

–En general, el Gobernador implementó una política de austeridad y nosotros, como Sedeculta y la Dirección de Museos y Patrimonio, incluso siendo todavía Instituto de Historia y de Museos, tuvimos que reducir la plantilla laboral en un 20%, tratando de que la profesionalización sea la herramienta que nos permita hacer esta reducción sin implicar la calidad del trabajo en ninguna de las áreas.

–Entonces, sí es verdad que se analizaron muy bien los puestos, se analizó muy bien el perfil de cada uno de ellos, para tener a las personas idóneas para cada uno de los puestos, y que esto represente que el trabajo se llevara a cabo de una manera eficiente sin tener que tener más gente de la que realmente es necesaria –concluyó la titular de la Sedeculta.

(Roberto López Méndez)

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