Gremio infantil por un milagro de vida

PROGRESO, Yucatán, 27 de enero.- “El nacimiento de este Gremio Infantil de los Tres Reyes Magos, se debe a que les entregué la vida de mi hijo Eutimio Andrés, quien nació a los 6 meses y 15 días, estaba muy delicado de salud, y esto fue en el altar de la iglesia de Tizimín”, dijo la señora Candelaria Jiménez de May, de 62 años, originaria de Dzidzantún, pero con 42 años de residir en esta ciudad y puerto.

Añadió: “Al entregarle la vida de mi hijo Eutimio, que cumple 36 años, su situación de salud cambió, al grado de que todos quedamos asombrados y por eso juré que hasta el último aliento de mi vida seguiré realizando este gremio, como un agradecimiento eterno.

“No busco la manera, ni tengo el dinero para pagar este milagro que me dejó este premio, que es la vida de mi hijo, quien hoy es un hombre de bien, trailero de profesión, como su padre del mismo nombre.

“Los que estuvieron conmigo, en estos duros momentos de mi vida, al poder salvar la vida de un hijo, han visto el cambio y la superación y por esta razón se acercan para colaborar por voluntad propia, en este gremio que hoy cumple 35 años”.

Este fervor a los 3 Reyes Magos empezó en su tierna infancia, cuando sus abuelos la llevaban a adorarlos a Tizimín o a Cansahcab; cuando conoció a su esposo Eutimio Andrés May (+), sufrió la pérdida de 3 niños y al nacer Eutimio, fue de manera prematura, ni sietemesino era.

Al año lo entregó en el altar de los Reyes magos, en ese momento le pidió en su plegaria que si era para el mundo que lo dejara, que lo curara, pero si era para el cielo, un ángel más, que se lo llevara, ya estaba resignada

“Ya estaba cansada, agitada, había quebrado de manera económica, fue en mi plegaria, que le entregué su vida, además sufría ataques y convulsiones.

“Después de entregarlo, el cambio se notó, a los 8 días mi madre lo volvió a llevar ante la presencia de los Reyes Magos, en el altar de Tizimín, y su esposo se comprometió a realizar estos gremios por 15 años y lo cumplió.

En ese momento los vecinos entraron en acción y decidieron realizarlo por su cuenta para evitar que esta hermosa tradición se extinga, y dieron muestras de solidaridad y acompañaron todo el tiempo necesario, por esa razón se llegó a los 35 años.

No pudo estar presente Eutimio Andrés, debido a que anoche llegó de viaje muy tarde y hoy muy temprano tuvo que salir a llevar carga, es trabajador del ahora difunto Pedro Luna Estrada y ahora está al servicio de Ernesto Luna.

La misa, como cada año, fue dirigida a Eutimio, para que lo cuiden y protejan, sobre todo cuando está de viaje; por esta razón, a pesar de mis dolores y achaques, bailo la jarana, a las puertas de la iglesia, ¡qué no haría una madre por sus hijos!

“Refrendo mi compromiso, de realizar mi promesa hasta el último aliento o gateando, como sea, agradeciendo de manera pública a los vecinos, que se han unido, apoyando y organizando.

“Sabemos que la vida no la tenemos comprada, estoy preparando a mis nietos, hijos de Henry y de Eutimio para que sigan mis pasos

“Estas 3 imágenes que lucen en su altar en mi predio, los compre en Mérida, hace 34 años y me costaron 180 pesos, en ese entonces un precio elevado”, hasta la fecha no le ha dado restauración, el próximo mayo lo hará con gusto.

Al seguir las costumbres de su madre, a los tres años de los festejos se procedió al cambio de vestuario, siempre a las 13:30 horas, esto fue lo que les gustó a todos, como se hace en misa, con la bajada y a las 19:30 horas entra la Embajadora en turno, para el cambio de bandas, antes de empezar el novenario.

(POR ESTO! / Corresponsalías)