Yucatán

CHUMAYEL, Yucatán, 4 de diciembre.- Con una concurrida procesión nocturna culminaron los novenarios en honor al Niño Dios, celebrados del 25 de diciembre al 3 de enero en el hogar de María Dolores Ek Brito.

Como cada año, desde hace dos décadas, la familia refrendó su ferviente devoción a la venerada efigie con la jornada religiosa, que como todas las noches, reunió a decenas de personas que se unieron en esta muestra de fe.

Las actividades iniciaron en días pasados con la tradicional posada en la cual, las efigies de María y José visitaron el predio de las familias de la comunidad, en alusión al recorrido de los padres de Jesús en busca de un lugar digno para su nacimiento.

Tras celebrarse la Natividad, arrancaron los novenarios para rendir tributo al Divino Hijo quien fue enviado al mundo como Salvador y Redentor, para vivir entre la humanidad.

Con ello, la familia de la señora María Dolores se congratuló en ofrecer los rezos en su hogar, donde elaboró un significativo pesebre en el cual descansó la imagen del Niño Dios, misma que adquirió en una peregrinación efectuada en la ciudad de México.

Por las noches, y al tronar de los voladores, numerosas personas acudieron a los novenarios, en los que se ofrecieron cantos y rezos a la efigie, así como bocadillos a todos los asistentes, como una promesa de la familia y de las nocheras.

La jornada culminó la noche del jueves con la procesión de la imagen por las cuadras aledañas al hogar, en un ambiente de fe y devoción que reunió a decenas de niños, jóvenes y adultos, quienes durante el trayecto, se fueron turnando para cargarla venerada imagen.

Al término de la procesión, se rezó un rosario y se rompieron seis piñatas con el que se dio por concluida la jornada de actividades con motivo de la Natividad de Cristo, para disponerse a iniciar con las actividades propias a los Reyes Magos. Cabe destacar, que además de la familia Ek Brito, otras más celebraron de forma simultánea novenarios.

Así mismo, en la iglesia de la Purísima Concepción se efectuó la procesión por las inmediaciones del templo católico. Posteriormente, la feligresía veneró a la imagen del Niños Jesús, así como a la de María y José.

(Carlos Ek Uc)