La Dra. Sandra Peniche Quintal, directora de la Clínica Servicios Humanitarios en Salud Sexual y Reproductiva en Mérida, afirmó ayer que ante el desmedido acoso de grupos ultraconservadores que violentan los derechos humanos de los demás, podría haber una reacción “en función de las agresiones de que uno está siendo objeto”.
Acusó a las autoridades del Gobierno del Estado, del Ayuntamiento de Mérida y de la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Yucatán de no actuar ante esas violaciones a los derechos de los demás y a poner el burdo pretexto de que no se puede hacer nada, porque esos grupos de ultraderecha están en la calle.
Desde el año 2017, un grupo de derecha que se autonombra defensores “de la vida” se instala a orar frente a la clínica todo el día, pero además acosan a Peniche Quintal, a su personal y a los y las pacientes a las que toman fotos y videos cuando entran o salen.
“El asunto es que el Estado protege la violación a los derechos de la gente que va en busca de atención, a las trabajadoras y trabajadores que estamos colaborando en Servicios Humanitarios los hostigan y sobre mí se centra mucho más”, declaró.
Vergonzante colusión
Afirmó que la oficina de Derechos humanos es protectora de la violación de los derechos de todos los demás. El Gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Mérida, los organismos de la mujer, todos, están desde mi punto de vista en una colusión para fortalecer la impunidad con la que se mueve esta gente.
“Y mientras eso siga así, pues formalmente no se puede dirimir nada, porque ellos lo obstaculizan, lo impiden, la agresión de esa gente ha afectado de manera significativa y lo entiendo como una provocación donde están buscando que nos salgamos de nuestras casillas, porque es tanto lo que molestan, lastiman, obstaculizan, que sí va a llegar un momento en que se tenga que actuar en función de la agresión de la que se está siendo objeto”.
Afirmó que decir que no pueden actuar porque están en la calle “es un pretexto; para que recen están los templos, lo que están haciendo es protestar contra un particular, las protestas se hacen contra las autoridades, no contra los particulares, eso es un teatro, es una manipulación de la religión e incluso ofende a quienes en verdad sí profesan la religión católica; son unas mercenarias de la fe”.
Declaró que, en su momento, interpusieron las denuncias correspondientes, pero las autoridades “han respondido que no hay nada que hacer, que ellas están en su derecho y no procede nada de lo que hagas. Lo que va a pasar es que usuarias y usuarios o cualquiera de nosotras nos llegue ya hasta un momento en el que la agresión se tenga que repeler”.
“Y los responsables serán las autoridades, que son maniqueas, que violentan aún más al impedir que se proporcionen servicios de salud únicos en su tipo en la Entidad, que son servicios indispensables”, finalizó.
(Rafael Gómez Chi)