Yucatán

El ocio y las aficiones engordan

Eliseo Martín Burgos

De niña, a la reina Isabel II le gustaba coleccionar perros y árboles enanos, además de comer como loca. Entre ella y su hermana llegaron a criar a 16 perros con tanto esmero que su sirvienta, le decía:

–¡Señora, no se imagina cuántas personas quisieran vivir como sus perros!

El remordimiento hizo que se deshiciera de ellos y se dedicó a coleccionar árboles enanos en su invernadero, pero el ejercicio que hacía escalando las montañas le despertaban un apetito tan feroz que consumía hasta una paella completa a pesar de su obesidad.

Antología del Chascarrillo

Segunda Epoca