Se adiestran para salvar vidas, ya sean rescates en agua o de estructuras colapsadas, el entrenamiento de estos canes es frecuente, porque deben estar listos ante cualquier contingencia, “ya que de ellos podría depender la vida de una persona”, afirma el entrenador canino y paramédico de profesión, Melchor Paredes Balanzario, quien pertenece a la institución sin fines de lucro desde 2013.
Elliot es un pastor belga que tiene ocho años de edad, de los cuales cuatro ha apoyado a la Delegación estatal trabajando en conjunto con las Damas Voluntarias que visitan las escuelas, durante la Colecta Nacional o en servicios de búsqueda y rescate en accidentes ocurridos en la entidad.
“Para que un perro pueda ser operativo en esta labor es necesario que manejador y canino estén certificados por organizaciones internacionales para perros de rescate, como IRO (por sus siglas en inglés), por ejemplo, quienes realizan pruebas de habilidades, obediencia, búsqueda en escombros, búsqueda de personas por olor de referencia y rescate en agua, estas certificaciones se llevan a cabo en diferentes estados o países avalados”, agregó Paredes Balanzario.
“Dusty” es un border collie especializado en rescates en agua, por lo que su entrenamiento lo realiza en las playas yucatecas, y “Megan”, por su parte, cuenta con un año de vida y comienza a entrenarse para que en el futuro pueda sustituir a “Elliot”, quien en breve debe “jubilarse” por su edad.
Los tres requieren de cuidados específicos, como alimento especial, ya que mantienen un alto rendimiento, deben estar en óptimas condiciones porque cada mes se someten a revisiones médicas para no perder su certificado de salud y poder viajar en el momento que se requiera y ayudar.
Las mascotas de la Cruz Roja Mexicana tienen como meta salvar vidas, sensibilizar sobre la importancia de socorrer al prójimo y recibir como recompensa el cariño de quienes los cuidan y conocen.