Yucatán

Seminarista filipino fue ordenado diácono transitorio

El Arzobispo de Yucatán, Monseñor Gustavo Rodríguez Vega, confirió el ministerio del diaconado transitorio al seminarista filipino Bryan Jay Campo, quien pertenece a la congregación de los Hijos de María Inmaculada, y el cual desde hace dos años se desempeña como misionero en la parroquia de la Inmaculada Concepción de Kanasín.

La ordenación de Bryan, como diácono transitorio, fue motivo de alegría y gozo en la comunidad kanasinense, donde goza de estima y aprecio, tras dos años de misionar en este municipio conurbado a la ciudad de Mérida.

Él ha estado un par de años en Yucatán, procede de Manila, Filipinas, cuenta con 29 años de edad, y ayer fue ordenado diácono transitorio en su recorrido espiritual y formativo hacia el presbiterado.

El Arzobispo remarcó que los diáconos han sido puestos al servicio de los pobres desde el principio y el papa Francisco los ha llamado a todos a ser una Iglesia pobre al servicio de los pobres. ¿Qué es la pobreza, cuánto se necesita en la bolsa para ser pobre, cuánto podemos tener?

La pobreza de espíritu está en la sencillez, la pobreza de espíritu está en el saber compartir, en el poder dar a los pobres a quienes nos necesitan, proporcionar la ayuda que podemos dar, el desprendimiento es la pobreza espiritual, y como religioso la tienes, agregó Rodríguez Vega.

Este último mencionó anoche, en el atrio de la parroquia de la Inmaculada Concepción, que la primera lectura nos ubica a casi 600 años antes de Cristo, y se cita la figura de los levitas,

En aquel tiempo fue cuando el pueblo judío acaba de llegar a la tierra prometida, estaban en el desierto y en Babilonia, regresando para reconstruir Jerusalén y reconstruir el Templo, antes de levantar paredes y muros, era necesario construir espiritualmente y para eso en una gran asamblea, miles estaban reunidos, escuchaban después de 60 años en la asamblea, escuchaban la Ley de Dios y los niños y jóvenes que nacieron en el destierro, la escuchaban por vez primera, mientras que los levitas iban explicando, los levitas del Antiguo Testamento.

Los levitas ayudaban a los sacerdotes en su ministerio en el templo de Jerusalén y el misterio de los levitas corresponde a lo que en el nuevo testamento es el ministerio de los diáconos, colaboradores del obispo y de los demás sacerdotes es el ministerio de los Diáconos, explicó el arzobispo.

Detalló que los levitas proclamaban la palabra de Dios y la explicaban y a partir de hoy a Bryan, le ha de tocar formalmente como diácono ordenado, proclamar el Santo Evangeio y explicarlo.

Cuando la gente lloraba y se encontraba desconsolada, la labor de los levitas y ahora el del ministerio del diaconado es consolar a esas personas a los que sufren.

El evangelio habla de la misión de los 72 discípulos ya no de los 12, Jesús llama y envía a 72 discípulos para que vayan a prepararse también, los diáconos forman parte de esos 72 que se han multiplicado tantas veces, aseguró el Arzobispo.

Ahora más nos hacen falta diáconos. ya que la mies es mucha y nuestra oración debe centrar en pedir por la vocaciones al Señor.

Al repasar los antecedentes históricos del diaconado, el Arzobispo mencionó que fue Jesús el que inventó la palabra apóstol, dio el nombre de apóstoles a los 12 después de una noche de oración y el nombre o figura de diácono, fue creada por los mismos apóstoles.

Cuando la iglesia apenas nacía y se encontraba en Jerusalén y no se dispersaba, ahí se atendía a las viudas, a los huérfanos a los pobres se les daba alimento, pero llegó ese momento que los apóstoles no se daban abasto para atender a los pobres, hubo algunas quejas de mala atención de parte de los cristianos venidos del paganismo y con esas quejas, los apóstoles crearon un nuevo ministerio para servir a los pobres y llaman a aquellos hombres que fueron presentados, diáconos y fueron siete.

Ya existía desde antes

El Arzobispo de Yucatán comentó que antes de los presbíteros y sacerdotes, antes que los obispos, ya existía la figura del diácono en la Iglesia de Jerusalén y después cuando los apóstoles salieron de Jerusalén y fundaron nuevas iglesias en cada ciudad o comunidad, nombraron a un responsable al que llaman obispo, al que manda sobre el rebaño, un grupo de presbíteros, un grupo de diáconos para colaborar con el obispo en la construcción del pueblo de Dios y esos tres ministerios no han cambiado en dos mil años y no cambiarán, ministerio ordenado al servicio de la iglesia.

“Bryan, tú que perteneces a esta congregación de los Misioneros de María Inmaculada has llegado desde Filipinas, has estado en otro lugar para la formación y ahora vienes aquí para tu primera experiencia, llevas aquí un año y antes hiciste tus votos de vida religiosa, pobreza, castidad y obediencia, pero al ordenarte diácono, esos votos se hacen presentes.

“Ahora te pedimos que la pobreza que tienes, sea al servicio de los pobres, ya hiciste votos de castidad, ahora te pedimos antes de que seas ordenado diácono, te comprometas al celibato, vas en un proceso al sacerdocio, el diaconado es la preparación para el presbiterado, por eso te vamos a pedir hagas la promesa del celibato, ya has hecho la promesa de obediencia, tercero de tus votos, pero prometerás obediencia, a mí y a tu congregación, porque el religioso es enviado por sus superiores a otra ciudad, otro país, tienes que ir, a donde vayas tienes que ponerte a las órdenes del obispo para en armonía servir a la Iglesia. Eso es el diaconado, un ministerio original de la Iglesia, ministerio ordenado”.

Hay ministerios pasajeros que pueden ser de una parroquia o de otra, en cambio el ministerio ordenado es para toda la vida y para cualquier lugar de la Iglesia y del mundo, no es una camisa que se quita y se pone, es algo que va inherente, tiene carácter, como la condición de bautizado”, añadió el arzobispo en su mensaje a los presentes y a el nuevo diácono.

“Hoy has sido ordenado diácono, para bien de tu congregación religiosa y para bien de esta parroquia y de toda la Iglesia, que tu ordenación sea testimonio de vida, para que otros jóvenes presentes y niños quizás, puedan escuchar el llamado de Dios, si Dios quiere llamarlos, ya sea para vida religiosa o ministerio sacerdotal”.

Que María Santísima, que es la primera en pobreza, castidad y obediencia, te ayude y te conduzca de la mano a un buen ministerio al servicio de los más necesitados, así sea, finalizó el prelado.

(José Manrique)