Yucatán

México tiene que montarse en la revolución tecno-científica

José Ramón López Portillo Romano dijo ayer que se nos viene encima un cambio acelerado en las ciencias y en las tecnologías, lo que significa que nuestras capacidades para competir y nuestras habilidades para trabajar tienen que transformarse muy rápidamente.

Y agregó:

–Si no nos montamos en este tren tecnológico, México va a quedar rezagado para siempre. Tenemos, sin embargo, un enorme potencial en nuestra cultura, en nuestra diversidad, en nuestra naturaleza y en la creatividad de las sociedades, sobre todo en la creatividad de los jóvenes. Los jóvenes tienen ahora la posibilidad con las nuevas tecnologías de crear, de innovar y de capacitarse. Y esa yo creo que es su responsabilidad y también su oportunidad.

–¿De esas nuevas tecnologías, en cuáles estamos peor?

–No, no es que estemos peor ni nada, es que la sociedad es tan diversificada, tan desigual, que algunos sí están montados en esta ola: las grandes corporaciones, la gente extraordinariamente bien educada, saben lo que viene y están trabajando con ello, pero el resto de la población está aislada. No tiene ni siquiera la actitud mental para utilizar esas tecnologías. Y yo creo que es responsabilidad no nada más del Gobierno Federal, estatal o local de atraer al resto de la población, sino también lo es del resto de los empresarios, de los académicos y de las comunidades. Hay que entender que podemos aprovechar estas nuevas tecnologías para dar saltos adelante, saltos cuánticos hacia un progreso rápido. Pero, claro, México no tiene todavía las capacidades tecnológicas ni institucionales para absorber esa tecnología y para igualar a todos. Igualarlos no en términos económicos, sino igualarlos en términos de oportunidades y de seguridades.

–Porque eso es lo que pueden hacer estas tecnologías, una igualación, llegar a una sociedad mucho más estable, mucho más digna, mucho más igual, repito, en términos de los satisfactores de una vida digna y de una vida creativa. Eso es lo que podemos hacer.

–¿Cuáles tecnologías vienen más rápido?

–Es la inteligencia artificial, que acompaña todas las demás, o arrastra a todas las demás. Inteligencia artificial no es un robot ni nada de eso. Son simplemente sistemas que pueden cruzar muchísima información y sacar de ahí algunas pautas y hacer predicciones. Pero son máquinas, no tienen ni idea del contexto, no saben qué es lo que están haciendo, no tienen ninguna satisfacción en ganar en un juego, son simplemente sistemas muy rápidos para pensar y para sacar patrones.

–¿Con esas tecnologías lograríamos salir del atraso?

–No, no con la tecnología, la tecnología es inerte. Vamos a salir del atraso con nuestra propia mentalidad, cambiando de mentalidad, capacitándonos para utilizarla, organizándonos para hacerlo. Permitiendo que la sociedad que es tan creativa, innove, que haga cosas nuevas, que se reorganice, que piense en lo que hay ahí afuera y que lo utilice. No es la tecnología. La tecnología es nada más una herramienta. Es como un martillo. ¿Qué hago con el martillo, puedo construir una casa? ¿O el martillo va a construir una casa? No, el martillo me va a servir para construir una casa. Es lo que es la tecnología, pero es tremendamente poderosa, y tenemos que saber cómo utilizarla.

Pensar computacionalmente

–¿Qué habría que hacer para lograr eso?

–Pues enseñar a los niños, cambiar los currículos de las escuelas, enseñarle a los niños y a las niñas a pensar computacionalmente, a pensar programáticamente, a colaborar con las máquinas inteligentes, a crear un nuevo código que sea ejecutable por las máquinas, que sea entendible por las gentes y enseñarles a crear. México tiene un enorme potencial de creación, sobre todo con los y las jóvenes. Y los jóvenes saben y pueden, pero hay que darles a ellos y a ellas esa oportunidad.

–Vean ustedes: no existe en México un ecosistema para la innovación productiva. No existe. ¿Quién incentiva al joven que tiene una idea para que la lleve a cabo? No hay nada ni tiene financiamiento ni tiene apoyos ni sabe si su idea es posible o no, y si sí es posible ¿quién se la puede desarrollar antes de que se la roben? Y si se la roban cómo se puede defender, y si sí se defendió y la tiene, ¿cómo llega a un prototipo, y de ahí a un programa piloto y de ahí a su comercialización? Todas esas etapas, no existen en México o son muy débiles. He escuchado una y otra vez a jóvenes y microempresas: tengo una gran idea pero no me atrevo a sacarla porque me la van a robar. ¿Cómo hacemos para protegerlos? Esa es una parte del papel, de la función del Estado. En todos los países exitosos el Estado ha protegido y promovido la innovación, la creatividad de su población, y ha apoyado a las empresas que son exitosas.

Registro de patentes caro y discriminador

–Dr. José Ramón: Yo he sabido de inventores que no pueden ni siquiera patentar sus innovaciones por lo caros que son los registros de las patentes.

–Exacto, dos años se lleva y es carísimo. Entonces discrimina, es un sistema de discriminación en contra de la gran mayoría de la población. Y eso es generar la mayor de las injusticias sociales y de la incapacidad. Es como cortarnos las piernas. Nada más la parte de arriba de la población tiene oportunidades, todos los demás no tienen ninguna. ¿Por qué? Ahorita la solución no está en redistribuir el ingreso o los recursos, no. Ahorita es redistribuir el potencial y las oportunidades para todos, de eso se trata, es la única manera en que va a salir adelante esta sociedad. Y no tenemos mucho tiempo, tenemos apenas unos años para hacerlo.

–¿Cuántos años?

–Cinco o diez.

–Doctor, aquí en Mérida en algunas escuelas primarias públicas hicieron salones de computación, pero están cerrados, no hay maestros. Los niños de esas escuelas no tienen acceso a las tecnologías informáticas.

–Lo sé. Y esas tecnologías son lo más importante, porque muy pronto vamos a tener que estar trabajando con las máquinas. Kasparov, que era un gran ajedrecista perdió contra una máquina, y de ahí en adelante nunca más le pudo ganar a las computadoras, entonces se asoció con los que las manejaban y ahora es campeón en la unión de computadora con ser humano. Porque la unión de la computadora y el ser humano, esa colaboración de la computadora y el ser humano es mucho más poderosa que la de una o el otro solos. Eso es lo que hay que hacer.

La educación tradicional, obsoleta

–Hay que aprender que vamos a tener que trabajar con las máquinas. Así como los obreros trabajan con los robots, igual los profesionales tienen que trabajar con las máquinas, y los niños tienen que educarse para eso. Tienen que pensar programáticamente. Ya la educación tradicional está obsoleta. No sirve para nada. Porque la información que van a aprender los niños se les va a olvidar porque no la van a aplicar, no la necesitan cuando la pueden obtener directamente en línea. Lo que tienen que hacer es saber aprender. Aprender a aprender, y lo que tienen que saber también es aprender a emprender. O sea, hacer un negocio o hacer una actividad productiva con base en lo que aprendieron. Y entrenarse constantemente. Todo eso se viene muy rápido, pronto lo van a ver.

–¿Qué podemos hacer ante ese tsunami?

–Necesitamos acercar ese abismo que hay entre la percepción de los problemas y las soluciones que la ciencia y la tecnología pueden dar.

México no puede distanciarse de esto. Tenemos que ser coherentes. La única manera de igualar a esta sociedad es a través de sus oportunidades y de sus seguridades, no forzar una redistribución que nunca ha sido efectiva, sino al contrario, habilitar a la gente. Todo mundo decimos: Los mexicanos somos de los más creativos, somos increíblemente ingeniosos. Bueno, ¿Y por qué no lo sistematizamos, por qué no nos damos oportunidades?

Invitó ADR Consultoría

La empresa ADR Consultoría invitó a la conferencia de José Ramón López Portillo Romano en el Hotel Victoria, titulada “Evolución de la educación y el capitalismo ético con sentido social”. El ponente es doctor por la Universidad de Oxford, Inglaterra, país donde vive. En la entrevista mencionó que allá fundó el Centro de Estudios Mexicanos. También escribió un libro sobre el tema del cambio tecnológico acelerado, las oportunidades que representa y los desafíos que implica tanto para México como para el mundo. Apoyó al gobierno a introducir y que liderara un tema relacionado con la ciencia y la tecnología y la innovación en las Naciones Unidas para la Agenda 20-30, y es miembro como resultado de ello de un grupo de expertos sobre el mecanismo de facilitación tecnológica. Actualmente está apoyando al Gobierno Federal en el área de Diplomacia de Innovación.

(Roberto López Méndez)