En el marco de la fiesta patronal de Nuestra Señora del Rosario, a la cual está dedicada el Seminario Conciliar de Yucatán, el Arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, urgió a los seminaristas a rezar con devoción y con el corazón el Santo Rosario y acogerse a Santa María en su camino al sacerdocio.
“Si ustedes se acogen a María Santísima y rezan su rosario, seguramente harán la voluntad de Dios nuestro Señor, recen con devoción el rosario y en todas las oraciones que recen pongan el corazón, esfuércense movidos por el Espíritu Santo, aunque sean oraciones dichas millones de veces, que las recen con mucho amor a María y al Señor”.
Al inicio de la misa en el Seminario, ante los estudiantes de aquella casa de formación, el Arzobispo agradeció a los padres y alumnos del Seminario por su participación y presencia, por su trabajo dentro del Congreso Eucarístico Nacional en el que fue notoria su presencia y, al mismo tiempo, discreta.
“Ustedes supieron fraternizar con sus hermanos de los Seminarios de provincia y hacerlos participes en los trabajos de liturgia y hoy quiero agradecer, por ello firmé una carta junto con el Obispo Auxiliar, Pedro Sergio, dando gracias a Dios y nuestra gratitud con el Seminario”.
Pidió que el Congreso siga dando frutos en las aulas del Seminario, lo mismo que los temas que se abordaron en el Simposio, ya que hay excelentes temas y recursos didácticos, entre ellos la ponencia del Obispo de Monterrey, Mons. Rogelio Cabrera.
Información negativa
También pidió a los seminaristas no dejarse llevar por la información negativa en torno a los sacerdotes, sino observar la perseverancia de ellos, entre los cuales ayer lunes siete de ellos celebraron su aniversario de ordenación sacerdotal, entre ellos el Pbro. Elpidio González Sosa; el Obispo Auxiliar, Pedro Mena, el Padre Rafael Pat Braga y otros sacerdotes más.
“Lo bueno, lo cotidiano y la perseverancia de los sacerdotes debe estar presente en la mente de seminaristas y digan si se puede, yo quiero, y si Dios quiere, con la gracia de Dios puedo ordenarme y perseverar.
Los urgió a ser esclavos y siervos del Señor y de María y perseverar en la oración, ya que toda oración si viene del Señor es divina y auténtica.
Dios inspira mediante su espíritu a la oración, ya sea de manera espontánea, ésta conduce a Dios, y si la oración está previamente redactada o escrita es igual, tal es el caso de las oraciones como el Padre Nuestro, que hasta ahora se conserva
Mencionó que el Ave María fue inspirada por Dios Padre y el Espíritu Santo y las primeras frases fueron del mensaje de San Gabriel a María al momento de la anunciación; otra oración, el Magníficat, la cual fue escrita por San Lucas quien la escuchó de María, ya que ella siempre traía esa oración a flor de labios.
Otra oración fue el Benedictus de Zacarías, esposo de Santa Isabel, la cual llegó a oídos de San Lucas por María y por ella está el Himno de Simeón oración dirigida a ella y que ella memorizó, resaltó el prelado.
“Con el Santo Rosario llevamos casi mil años, no nos ha fallado, es la oración por excelencia a María y lo esencial de esa oración es meditar los misterios de la salvación repitiendo el saludo a la Santísima Virgen en el Ave María y el Padre Nuestro”, finalizó el prelado.
(José Manrique)