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Yucatán

Verdaderos maestros no sólo enseñan, también inspiran

En el marco del aniversario número 46 de su fundación, la Escuela Normal de Educación Preescolar recibió el nombre de quien fue su directora (y además catedrática) de 1973 a 1998 y, como maestra formadora, vio egresar a las primeras 22 generaciones del plantel: la maestra Nelly Rosa Montes de Oca Sabido.

Durante el acto, como un homenaje a su trayectoria magisterial en la que dedicó a la Escuela Normal 25 de los 52 años que estuvo en el servicio activo, se develó una placa conmemorativa y en la ceremonia la Secretaria de Educación Pública, Loreto Noemí Villanueva Trujillo, resaltó la importancia del legado de la maestra laureada al manifestar:

–Hay un momento en que los maestros dejamos de enseñar y empezamos a inspirar, y empezamos a dejar una huella profunda en los corazones de nuestros alumnos. Es el caso de la maestra Nelly Rosa Montes de Oca Sabido. Por eso hoy nos reunimos por dos motivos, con gran significado. El primero, conmemorar el aniversario número 46 de la fundación de la Escuela Normal de Educación Preescolar, una institución que desde sus inicios ha formado a más de 40 generaciones de maestras de preescolar. El segundo motivo por el que nos reunimos es porque es tiempo para reconocer a una destacada educadora, a la profesora Nelly Rosa Montes de Oca Sabido, maestra formadora de muchas generaciones en esta escuela normal que a partir de hoy llevará su nombre.

Ante los maestros, las maestras y directivos; alumnas, alumnos y ex alumnos, la titular de la Segey agregó: También estamos aquí quienes fuimos en algún momento parte del cuerpo docente y administrativo de esta institución. Estamos aquí quienes reconocemos que su vocación fue forjada de manera definitiva en una escuela normal. Ser educador y educadora es lograr que un niño, una niña y un joven comprendan que lo que aprenden en la escuela les va a permitir ser una persona feliz y plena durante toda su vida.

Tita, como le decimos a la maestra Nelly Rosa quienes le conocemos de algún tiempo, siempre nos dijo que formar maestros es una gran responsabilidad.

Verdadera formación integral

Ella siempre nos dijo que ser un educador o una educadora implica ir más allá de los libros de texto: “El maestro debe interesarse en los alumnos, saber qué hacen en casa, cómo viven, cómo los educan, para poder ofrecer una verdadera formación integral”. Nos enseñó a muchos la importancia del trabajo con la comunidad. A participar en actividades comunitarias. Y sí, ella sabía que esas actividades serían parte fundamental para ampliar nuestra vocación.

Una mujer como ella siempre nos impulsó para que aprendiéramos y compartiéramos conocimientos de manera permanente. Daba para recibir, como premisa, siempre entusiasta y alegre. Y ese “dar para recibir” nos marcó a muchas y motivó que tomáramos otras causas, además de la práctica docente. Causas en la sociedad civil, el servicio público y la participación comunitaria; porque los maestros comprometidos también fuera del aula reflejan su vocación.

En estas instalaciones todavía permanece su huella y las egresadas de esta Normal siempre son reconocidas por su capacidad de trabajo, su creatividad para hacer las cosas y, sobre todo, su solidaridad con la gente y las buenas causas.

Sembró sus mejores semillas

Dijo también Loreto Noemí Villanueva Trujillo:

–Al igual que los niños en edad preescolar, las alumnas de esta institución también fueron moldeadas a estas enseñanzas.

La maestra Nelly Rosa, sin saberlo, sembró sus mejores semillas para que florecieran muchas de nosotras.

Fue responsable de que muchas de las egresadas buscaran su lugar con disciplina, sensibilidad, pero sobre todo con valores muy sólidos. Sin duda, las nuevas generaciones tienen un compromiso muy grande. Tienen que dedicar mayor esmero y tiempo para prepararse.

La educación en las aulas está demandando cada vez mayor inclusión, lo que en la práctica es un verdadero reto.

Está demandando que los maestros seamos capaces de comunicarnos con los niños en su propia lengua materna.

Además, hoy la sociedad está demandando mayores resultados en términos de aprendizajes, así como habilidades sociales y personales de niñas, niños y adolescentes.

Para que sean sensibles a temas del planeta, del uso de nuestros recursos y del cuidado de nuestro entorno.

Los maestros sabemos que cuando hacemos bien nuestro trabajo, al final del día los niños y las niñas se despedirán de ti abrazándote y diciéndote: “Te quiero mucho, maestra”.

Eso define todo

Es nuestra pasión por lo que hacemos lo que alimenta de manera continua nuestro espíritu y nos motiva cada mañana.

Estoy convencida que, en estas aulas, están siendo formadas generaciones más y mejor preparadas de educadoras en nuestro Estado.

Estoy convencida que tenemos un buen ejemplo de quienes nos han formado en estas aulas.

Y cuando egresen, estén seguras que estarán listas para transformar a los más pequeños desde la escuela, para que sean ciudadanos seguros, responsables, con la mejor preparación para aportar a su Estado.

Medalla Altamirano

Por su parte, Luis Alfonso Rodríguez Carvajal, director general de Educación Superior, leyó diversos aspectos de la amplia biografía de la maestra Nelly Rosa Montes de Oca Sabido, quien se graduó en la Escuela Normal Urbana “Rodolfo Menéndez de la Peña” y obtuvo la Licenciatura y la Maestría en Educación Media en la Escuela Normal Superior de Yucatán “Antonio Betancourt Pérez”. Recibió la Medalla al Mérito “Ignacio Altamirano” por los 50 años al servicio de la educación, que es otorgada por la Presidencia de la República.

En el 2001, cuando recibió su jubilación, dijo que su mayor reto fue ser responsable de la formación profesional y humanística de 1,374 profesoras y 715 Licenciadas en Educación Preescolar, quienes a partir de ese momento y hasta hoy tienen en sus manos la educación y el destino de miles de niños mexicanos. Y dijo también que su mayor satisfacción fue comprobar que la dedicación que sus maestros pusimos en su formación fructifica, supera nuestras expectativas y se hace evidente en la labor docente desarrollada con responsabilidad, entrega y profesionalismo de nuestras egresadas.

Su dedicación al estudio es ejemplar, lo que se puede comprobar en que a los 86 años de edad ingresó a la universidad para cursar el Diplomado “Desarrollo Integral del Adulto Mayor”, y lo concluyó exitosamente dos años después.

A su turno, emocionada, la maestra Nelly Rosa Montes de Oca Sabido agradeció el homenaje, recordó varias anécdotas y pidió a las alumnas del plantel que no descuiden, sino que continúen el espíritu formador que les infunde esta escuela.

En el acto estuvieron presentes María del Socorro Palma Isaac, directora de esta Escuela Normal; el Prof. Jesús Jaime Rochim Carrillo, delegado especial del SNTE, y todas las alumnas del plantel, así como los menores del Jardín de Niños anexo. Al final de la ceremonia hubo bailes regionales a cargo de integrantes de la planta docente y el alumnado, y se partió un pastel de aniversario.

(Roberto López Méndez)

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