Roldán Peniche Barrera
Yucatán Insólito
Si en nuestra columna de ayer señalábamos que de acuerdo con un réclame publicado en La Revista de Mérida de 1870 la Librería Meridana también vendía sorbetes, hoy añadimos que no contenta con “valerle sorbete” el anuncio de vender libros junto con sorbetes, la dicha y muy famosa (en su tiempo) Librería, también comerciaba con artículos de perfumería y otros artículos embellecedores. ¡Qué pena que ante las narices del Quijote y los héroes de Salgari, los compradores de sorbetes se pasaran lamiendo los helados mientras hojeaban, acaso sin comprarlos, los libros de Gutierre de Cetina, de Sor Juana y nuestro Mariano Trujillo…!
Pero el anuncio no miente, eso creemos:
PERFUMERIA-LIBRERÍA (Título nuestro)
PERFUMERIA. Se acaba de recibir nuevo y variado surtido de pomadas, aceites, jabones, extractos, esencias y la acreditada “leche de cacao”, banquete, carmín en polvo en la Librería Meridana.
Precios reducidos.
N.B.- Intencionalmente hemos repetidos este último anuncio con la idea de que el lector se percate de que la “librería” hacía menos caso de los libros que vendía que de los perfumes y lociones y aún los sorbetes del primer anuncio. Además, los sorbetes ya no eran una novedad en Yucatán pues veinte años antes ya los había introducido don Darío Galera para la venta en su propia residencia de las calles 63 x 60 (donde hoy ubica la esquina de El Gallito y existe un comercio de calzado).
Otra fuga de esclavos
En un periódico de Yucatán de febrero de 1864 leemos lo siguientes:
En la noche del 7 de este mes se fugaron de la hacienda de campo del que escribe tres sirvientes llamados: José Moreno, Feliciano Canul y Roberto Chablé; siendo los 3 de 14 años, poco más o menos, con una cicatriz que tiene el último debajo del brazo izquierdo. La persona que sepa dónde se hallan y dé el aviso respectivo al infrascrito, será gratificado competentemente. Tixkokob, Feb. 9 de 1864.- Victoriano Sabido.
LAS CALAVERAS DEL 19
Alberto Loría Trejo
Por siempre y en POR ESTO!
tus calaveras escribo, y aunque parezca funesto, son tus cosas las que digo.
Se nos fue la bailarina,
todo un icono de Cuba,
a su podio no hay quien suba,
y se duele la Catrina.
Por decir tanto dislate,
fue enterrado mister Trump,
y por tanto disparate
la Calaca hizo Brup.
La fosa pa’ un tal Uribe,
en Colombia ya se añora,
por matar tanto insurgente
y comerciar con la droga.
El mundo lo condenó,
a Bolsonaro incendiario.
La Parca ya lo cremó,
la amazona se salvó.
En la ONU, un tal Guterre,
de los gringos testaferro,
por decir sus disparates,
votaremos por su entierro.
En español es aguda,
en ruso es una llana,
la calaca ya no llama.
Rima la aguda con fin.
A Erdogan, que es un turco
y ser siempre, vira, vira,
lo enterrarán por ser terco,
y por bombardear a Siria.
A Don Jaime, el yucatracho,
de nacimiento hondureño,
por ser ilustre librero,
yace en su tumba el muchacho.
Se murió José José,
con Sara será enterrado,
por cenizas dividir,
y a todo mundo engañado.
(Concluye mañana)