Memorias en perfecta sincronía con aromas, sabores y colores, convierten los patios de los planteles en recordatorios de la brevedad de la vida durante la celebración del Janal Pixán, milenaria tradición que se preserva en las escuelas de Yucatán para abonar al cumplimiento de uno de los compromisos del Gobernador Mauricio Vila Dosal de afianzar la identidad cultural del Estado.
La “comida de las ánimas” continúa fomentándose en todos los niveles educativos, desde preescolar hasta superior, mediante ofrendas en las que niñas, niños, jóvenes, personal docente, madres y padres de familia decoran altares, comparten bebidas y guisos típicos del territorio, a la vez que recuerdan con respeto y orgullo a quienes ya se fueron.
“A través de actividades como ésta, nosotros como docentes podemos enseñar a nuestros niños valores, además que reafirman lo que conocen de casa, así entienden lo que celebramos. Aparte de valores, generamos un aprendizaje en el campo de la exploración que apoya su formación”, comentó Diana Carolina Castillo Peralta, directora del kínder “Roberto Casellas Rivas”, ubicado en la ciudad de Mérida.
Recordar a los difuntos
“No queremos que el Janal Pixán se pierda y como alumnos de último año es nuestro deber promover la cultura, porque los que vienen detrás necesitan saber que nuestras tradiciones son una manera linda de recordar a nuestros difuntos”, enfatizó Ana Vanessa May Tec, estudiante de la Preparatoria Estatal No. 7 “Eligio Ancona”, también de la capital de la Entidad.
Poner un altar y saber el significado de cada elemento que lo integra propicia no sólo un bagaje cultural que respalda la formación del alumnado, sino que da pie a un interés genuino por atesorar parte de la historia yucateca que brinda identidad ante el resto del mundo.
De este modo, la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado (Segey) y las comunidades escolares en todo el territorio se unen a la conmemoración de esta fecha, una costumbre permanente que brinda la oportunidad de convivir con la presencia espiritual de quienes nos antecedieron.