PROGRESO, Yucatán, 23 de noviembre.- Desde hace dos semanas aparecieron dos personas, originarias de Chiapas, que venden bultos de piel en la playa y en el malecón, que se han vuelto una competencia desleal, sobre todo para los comerciantes establecidos desde hace años.
Esta pareja, el patrón y su ayudante, apareció por arte de magia ante el beneplácito de las autoridades que brillan por su ausencia, sobre todo cuando iniciaron los trabajos de remodelación del malecón.
Esto explicó Efraín, comerciante de bultos y de bolsos con 50 años de edad, con 15 años de vender en este puerto, originario del Estado de Guerrero.
“No es justo que estamos trabajando en armonía y bajo el reglamento establecido para que vengan otros a meter relajo, cada uno está establecido con sus productos ya registrados, que no se duplican para no afectarse.
“Están llegando infinidad de venteros con productos de lo que uno menos se imagina, incluso perjudican a los establecidos, como en la venta de lentes.
“La mayoría de estas personas al terminar se dedican a tomar y a drogarse en pleno malecón, esto les afecta por la imagen, pues piensan que son de Progreso.
“Ya dejen de venir, el mercado ya está saturado, no da para tanto, debido a que las pocas ganancias que se están dando, desde el inicio de los trabajos de remodelación, han bajado de manera drástica.
“En mi caso, me afecta grandemente en mi economía, tengo que sacar para pagar mi renta, pago de luz, agua, comida, no es justo que ellos vienen a comer carne y se van.
“De todo esto se ha dado aviso al Ayuntamiento, pero no hacen caso, como se puede observar no hay inspectores, en mi caso incluso pago mis permisos por adelantado.
Por su parte el vendedor de hamacas Antonio Canul Miam, de 52 años, más conocido como ‘El Pulpo’, con más de 30 años de experiencia, secretario del sindicato ‘Guerreros del malecón’, dijo, y que la invasión comenzó hace 6 meses y vienen de otros lados.
Como el caso de 11 vendedoras de pepitas y cacahuates, originarias de Tabasco, que visten de una manera provocativa y te hablan melosamente, casi que te obligan a comprar.
Así como los vendedores de bolsas de piel, llaveros, abridores, los que venden grillos tostados, e incluso venden cerveza y ceviche en la playa y esto perjudica a los restauranteros, en este caso el Sector Salud debe de intervenir.
En breve tendrán una reunión con el coordinador general de un restaurante botanero, Augusto Preciat, para tratar de frenar la oleada de ambulantes que entran a sus mesas en la playa y perjudican a sus comensales.
(Alfredo Canto May)