Hokol Vuh, un Viaje Culinario de Cuerpo y Alma

Víctor Salas

El sábado 23 de noviembre, desde muy temprano en la mañana, iniciaron las actividades organizativas para llegar hasta la hacienda Temozón, donde todos los que fuimos invitados íbamos de la mano de la sorpresa, la belleza y el placer. Se trataba de la organización de una original rueda de prensa para hablar del contenido filosófico y humano de Hokol Vuh. De ello hablaré un poco más adelante.

Ya reunidos todos los representantes de los medios de comunicación, fuimos guiados hasta una estancia de silos que almacenaban granos de maíz. En ese momento se inició el viaje del alma hacia lo culinario. Nos mostraron la gran variedad de maíz que existe en la entidad y nos involucraron en el proceso de la milpa, donde nos enseñaron los instrumentos que utilizaban los campesinos mayas en la siembra del sagrado grano de maíz. Así como las otras semillas que acompañaban a la plantación de la gramínea y los objetivos de esa cosecha en la dieta del hombre de campo. En los terrenos de la hacienda Temozón se siembra, cosecha y consume el maíz a granel. La primera cosecha fue de siete toneladas y la última de treinta, que se distribuyen entre filiales y diversos compradores. El origen y destino último de esta tarea, es el habitante de la hacienda, al que se pretende hacer sentir que no necesita cambiar de residencia para lograr su pleno desarrollo humano. Luego vino la nixtamalización, la masa del grano, el torteado a mano y su consumo con manteca, chile y sal. Todos compartimos ese alimento con la mayor admiración y placer por su exquisito sabor.

Nuestra ruta de la sorpresa continuó y nos mostraron el taller de elaboración de instrumentos mayas. Ahí, los niños de la hacienda se dedican a preparar los materiales para sus instrumentos musicales y luego se dedican con enorme concentración a la manufactura de los tunkules, sonajas, carapachos de tortuga, tunkules de agua y otros más. Todos, casi atónitos, mirábamos la destreza de esos infantes en la elaboración de sus instrumentos. En su momento nos enseñan cómo se tocan y cómo suenan y qué tan felices son ellos, en ese momento de relación con tantos invitados. Vamos de un lado a otro, siguiendo a los niños en sus demostraciones. Inmediatamente después, el espacio de los juegos mayas en el que se involucran el organismo a plenitud, por la rítmica, la destreza, la kinesis y la matemática natural. Pregunto si todo aquello estuvo preparado para nuestra visita. Por fortuna, me es conocido uno de los instructores musicales. Me responde que “no, todo esto forma parte de una tarea realizada semanalmente. Puedes venir el fin de semana que desees y sin ser huésped, conocer el trabajo de los niños. Les queremos devolver lo que les pertenece. Estamos involucrando a los maestros de la escuela en esta tarea, para que todo camine de una manera integral”.

La mañana se va convirtiendo en mediodía y llegamos a un enorme salón donde se desarrollará la rueda de prensa. Ya nos esperan los dieciocho chefs internacionales involucrados en el Hokol Vuh.

Habla Roberto Solís, quien nos explica que quisieron eliminar la idea de festival o congreso y se decidieron por una reunión internacional, para retribuir a las comunidades mayas vivas por su aportación al mundo actual. Para ello, los dieciocho chefs de mayor reconocimiento mundial se adentraron, durante una semana, en distintos elementos de la cultura maya para su inspiración en el diseño de una cena de nueve tiempos y basado todo ello, en los implementos de nuestro arte culinario.

Los Chefs que forman parte de esta segunda edición de Hokol Vuh, bajo la guía de Roberto Solís y René Redzepi, son: Kyle Connaughton, de Estados Unidos; Helena Rizzo, de Brasil; Leonor Espinosa, de Colombia; Val M. Cantú, de Estados Unidos; Norbert Niederkofler, de Italia; Virgilio Martínez, de Perú; Zaiyu Hasegawa, de Japón; Mike Bagale, de Estados Unidos, Manu Buffara de Brasil, Blaite Wetzel de Estados Unidos, y los mexicanos Jorge Vallejo, Guillermo González, Edgar Núñez, Martha Ortiz, Daniela Soto-Innes y Benito Molina, “el de la tele”, como decían los amigos.

La encargada de hablar de la filosofía de Hokol Vuh, fue Carola Diez, quien logró emocionar a todos con sus palabras acerca de los mayas y sus aportaciones a la cultura que ahora desean dar a conocer de manera universal. Después de su alocución, recibió una fuerte ovación.