El Consejo Agroalimentario de Yucatán A.C. manifiesta su consternación e incertidumbre al conocer la reducción en el presupuesto de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), que equivale a un retroceso de 15 años para el sector, cuando en 2005 fueron aprobados 48 mil 396 millones de pesos (mdp) y para el 2020 son 47 mil 557 mdp, casi la mitad de lo autorizado en el 2015 que fue de 92 mil 142 mdp.
Estamos conscientes que los programas sociales son prioridad del Gobierno Federal y celebramos que se apoye a quienes más necesitan, pero no hay que desalentar la inversión de los empresarios agroalimentarios que están llamados a sumar esfuerzos para seguir generando empleos, ofreciendo alimentos sanos y al precio justo.
Los productores de otros países exportarán más granos y oleaginosas a México, ya que en tan sólo dos años el presupuesto de egresos para el campo mexicano ha disminuido un total de 24 mil 550 mdp, cuando en otros países reciben cada año más estímulos y financiamientos con buenas tasas.
Ante este panorama, luce complicado que se cumpla con el Plan Nacional de Desarrollo del Ejecutivo que sostiene que en el 2021 deberá cumplirse la meta de alcanzar la autosuficiencia en maíz y frijol y tres años más tarde, en arroz, carne de res, cerdo, aves y huevos.
Los productores de alimentos saldremos perjudicados con estas medidas, pero finalmente serán los bolsillos de todos los mexicanos los que lo resentirán, porque seguramente habrá un desbasto de alimentos, al sembrarse menos frijol, maíz y sorgo, lo que ocasionará también el aumento del precio de huevo, leche y otros productos.
Ante el difícil panorama que se avecina, reiteramos nuestro interés de que la iniciativa privada siga creciendo y lleve mayor bienestar a nuestras comunidades rurales. Lo único que pedimos es que estos recortes no pongan en riesgo la sanidad e inocuidad, que aunado a la disminución de personal capacitado para proteger a nuestro país del ingreso de plagas y enfermedades, podrían poner en peligro la salud de los mexicanos y la consolidación de los mercados existentes, especialmente en Europa y Asia.
Es importante señalar que nuestra agrupación no tiene como finalidad gestionar apoyos ante las autoridades, sino unir al sector alimentos a nivel nacional y por ello nos hemos reunido con otros organismos empresariales, para generar una estrategia que contribuya al crecimiento de nuestro país y se convierta en un motor de cambio. (Boletín)