PROGRESO, Yucatán, 3 de noviembre.- El párroco Oscar Manuel Cetina expresó que “hemos concluido, con gran júbilo, la Misión Parroquial, mensaje del Evangelio y han escuchado una invitación a participar en la Iglesia. Agradecemos a todos los misioneros que han recorrido nuestras calles y exhortamos a no echar en saco roto la invitación que Cristo nos hace”, agregó.
El primer día del mes de noviembre inicia con una solemnidad: la de “Todo los Santos”. Es una fiesta de toda la Iglesia, en la cual se celebra que todos, sin excepción, podemos alcanzar la santidad, es decir, todos podemos seguir a Cristo con un amor comprometido, que nos une más a él y al prójimo en medio de las situaciones que cada uno afronta.
No importa la raza, el color, la condición social, la edad, etc., lo importante es querer vivir según los criterios del Evangelio, siendo guiados por la presencia constante de Jesús. Por tanto, no pensemos únicamente en los santos reconocidos por la Iglesia, los que están en los altares, los canonizados.
Dice el Papa Francisco: “Me gusta ver la santidad en el pueblo de Dios paciente: a los padres que crían con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo. Esa es muchas veces la santidad de la puerta de al lado, de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios”.
Aunado a esta fiesta, celebramos la conmemoración de los Fieles Difuntos el día 2, que se traduce en una oportunidad no sólo de recordar a quienes han partido a la casa del Padre, sino de congregar a la familia, convivir y orar juntos.
El 24 de noviembre, con la solemnidad de Cristo Rey, concluiremos un año litúrgico más; ese día los invitamos a participar en el retiro de Adviento, que nos ayudará a prepararnos para la Navidad, concluyó.
(Alfredo Canto May)