Pedro Quijano Uc, integrante del Frente Campesino en Defensa de la Tierra y la Vida, dijo que tal como sucedió en Mocochá, los especuladores de tierras (como Rafael Acosta Solís) siguen operando impunemente y con la complicidad de funcionarios de nivel medio y bajo del ramo agrario, por lo que insistió en que hace falta una “limpia” en las dependencias, ya que de lo contrario no habrá solución a este grave problema.
Informamos en nuestra edición de ayer que, fiel a su forma de operar, según han denunciado un buen número de ejidatarios, Rafael Acosta Solís operó la venta irregular de 100 hectáreas de tierra en Mocochá al pagar 6 pesos por metro cuadrado en una asamblea irregular, pues los ejidatarios señalan que ni siquiera se hizo convocatoria como marca la ley.
“El arrebato y la especulación de tierras continúa, con la complicidad de algunos funcionarios medios y menores de la Procuraduría Agraria y otras instancias del ramo, porque son ellos los que avalan estas maniobras como lo sucedido en Mocochá”.
Zona henequenera, la más codiciada
“El reto que existe es que se haga una limpia, pero no se ve muy cerca esta solución, por lo que se debe llevar a cabo un trabajo comprometido y coordinado entre el Gobierno Federal y el Gobierno del Estado”, comentó.
Dijo que la mayoría de los despojos de tierra ocurren en lo que fue la zona henequenera, donde el campesinado también perdió en algunos casos el amor a la tierra y cayó en desesperanza por las condiciones que enfrentan.
En este tenor, señaló, el dinero les convence y ello se conjuga con las malas artes de la gente que se dedica a hacer negocio y especular con las tierras.
Sobre la forma de actuar impune de personajes como Rafael Acosta Solís, el entrevistado dijo que las autoridades son las que deben poner un freno y buscar mecanismos para empoderar a los ejidatarios y que se haga justicia.
Sin embargo, dijo que ahora con el cambio de régimen hay un proceso de reacomodo y que se está intentando erradicar vicios, por lo que hay que esperar para ver si se da una solución para poder frenar a estos compradores que operan con total impunidad.
Sobre cómo frenarlos, señaló que debe haber un pacto y un trabajo coordinado entre las autoridades federales y el Gobierno del Estado, el que a su juicio no ha mostrado mucho afán de frenar estas irregularidades.
Reactivar al campo
Expuso que, al hablar del Gobierno del Estado, no tiene que ver necesariamente con el tema agrario, sino que debe hacer su labor para reactivar el campo, dar oportunidades y que los ejidatarios permanezcan en sus tierras.
“El despojo de tierras no es espontáneo, sino que es un proyecto de años para favorecer los mega desarrollos. Hoy los empresarios siguen empoderados y se necesitan acciones para que se empoderen los ejidatarios y se haga justicia”, concluyó.
(David Rico)