Rafael Mis Cobá
El T’alkú de la Tía Juana
El tío Chupi muy pocas veces abandona la tranquilidad de su milpa para acudir a la ciudad capital, como sucedió la semana pasada cuando raudo y veloz abordó la apretujada combi para viajar a Mérida y acudir directamente a las oficinas de la Secretaría de Turismo.
El “dzudzito” sujeto no precisamente dejó su pueblito de Chikindzonot para arribar a Mérida y participar en el Paseo de las Animas que organizó Reni, sino que su objetivo era entrevistarse con Michelle Fridman, a fin de ofrecerle sus servicios de montaje y desmontaje de stands, luego de enterarse que la funcionaria gusta pagar muy bien por esos trabajos, a tal grado que a una de sus empresas consentidas le dio 6.9 millones de pesos en el pasado Tianguis de Acapulco.
Como el dueño de la curvilínea Tía Juana es de poco hablar y casi siempre sólo alcanza a decir un “ma” y un “jam”, tuvo que recurrir a su cabezón sobrino para que le sirviera de interlocutor con la esperanza de concretar el jugoso y atractivo negocio, ya que para el hombre de campo el arte de montar y desmontar es pan comido y mucho mejor si era con la secretaria de Turismo.
Sin embargo, todo quedó en buenas intenciones porque la funcionaria no pudo atender a la curiosa pareja, debido a que estaba sumamente ocupada preparando su defensa para responder a la acusación de corrupción y despilfarro de recursos que presentó en su contra la diputada Milagros Romero Bastarrachea.
De regreso al paradero y pasar por la Plaza Grande, el tío Chupi y el cabeza de “lec” se mostraron sorprendidos por el plantón de jubilados y pensionados del ISSTEY, pero sobre todo, por las causas de la manifestación, ya que los inconformes, muy encabronados, calificaron de una total injusticia que les hayan descontado de sus sueldos un 18 por ciento sin que mediara alguna justificación razonable.
Ya con mucho tiempo perdido, los dos sujetos emprendieron el inmediato regreso a Chikindzonot donde pacientemente y un poco retentada de su “uaj”, la Eva del Mayab los esperaba con un suculento pib recalentado.
—¡Mejenkisines, qué horas son estas de llegar!
—Tía, es que tuvimos contratiempos y más que todo cuando pasamos por la 58, allá por la calle de “El Venadito”.
—¡Seguro estaban fisgoneando a las mariposas callejeras de esa zona!
—No tiíta, fuimos al Monte de Piedad a pedir un préstamo.
—¿Y para qué quieren dinero?
—Para preparar nuestro viaje a Temozón.
—Puro viajar quieres hacer “mejenkisín”, ya te pareces a Renán y a Mau.
—“Maaare”, deben cuidarse entonces del PRI, porque analiza iniciarles un juicio político.
—Para juicio, tía, el que le preparan a Donald Trump.
—¿Por viajar mucho?
—No, tía, por todas las fallidas decisiones tomadas y por la violación a leyes que denuncian los demócratas.
—“Uay”, sobrino, hablando de violaciones, la escritora E. Jean Carroll, atizó el fuego el pasado lunes al denunciar que el “ch’el” la violó en 1990 en un probador de ropa.
—Es cierto, tía, la dama detalló que el calenturiento Trump le hizo el “baxamis” en un probador de la tienda Bergdorf.
—Este Donald resultó más travieso que Juan Camaney.
—Tía, regresando a lo del viaje a Temozón, será para acudir a saludar a AMLO.
—¿Regresa a Yucatán?
—Claro, tía, el sábado próximo estará en ese municipio para reunirse con la comunidad maya.
—“Mejenkisín”, le tengo que “jam” preparar un pib para que saboree las delicias de nuestra tradición.
—“Maare”, tía, nuevamente el tío Chupi tendrá que escarbar el hueco.
—Sí, sobrino, porque enterrado sabe mejor.
—Tía, y también el tío meterá la leña ardiente.
—Claro, sobrino, para que la masa y el pollito eleven su temperatura y empiece la cocción.
—Tía, no sigas, que se me hace agua la boca.
—Y eso, sobrino, es que viene lo mejor.
—¿Comerlos?
—No, la enterrada del producto.