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PROGRESO, Yucatán, 9 de diciembre.- El fervor guadalupano de los Camioneros Urbanos se desbordó, no solo en este mes en que se celebra a la Virgen, sino también en los tiempos difíciles.

Los feligreses de la peregrinación guadalupana de los Camioneros Urbanos llegaron a su 17ª peregrinación; llegaron a las puertas del templo parroquial para dar gracias a la Virgen de Guadalupe, como parte de una tradición iniciada por servidoras de María, quienes acudieron a esta peregrinación con sus estandartes.

Este grupo, perteneciente a la tercera generación de Camioneros Urbanos, es organizado por Mario Gutiérrez Cuxim, conocido en el ambiente camionero como “Fierritos”, quien dijo que esta peregrinación la realiza a la memoria de su padre, Fernando Gutiérrez “Lula”, que antes de fallecer le pidió que continuara con esta tradición de la familia. “Por eso está presente la familia Gutiérrez Cuxim, cumpliendo la voluntad de mi padre que nos inculcó el fervor guadalupano a toda la familia”, afirmó.

En la peregrinación, caracterizando a la Virgen de Guadalupe estuvo Valeria del Carmen Gutiérrez Huchim, de 13 años de edad; Ricardo Alfonso León Pech, de 14 años, representó a Juan Diego.

Los Camioneros del Transporte Urbano de Progreso es un grupo unido que no solo se ha mantenido, sino que ha crecido; ahora hay nuevas generaciones de trabajadores, gente joven. “Somos la tercera generación, no solo en la peregrinación sino también en los autobuses urbanos”, comentaron.

Esta noche el derrotero fue diferente debido a que la peregrinación llegó a la calle 80 y continuó sobre la calle 29, al poniente, debido a que en la calle 82 está ubicada la terminal de Camiones Urbanos de este puerto.

Como todas las noches, decenas de personas se sumaron a la peregrinación guadalupana. Los feligreses pasaron por el parque Independencia para continuar su caminar hasta el santuario guadalupano, ubicado en calle 31 por 96 de la colonia Juan Montalvo, al poniente de este puerto.

La columna religiosa estaba resguardada por elementos de la Policía Municipal Preventiva y Protección Civil, quienes controlaron la vialidad de las calles por donde caminaban los peregrinos. Los scouts de Progreso y la banda de guerra de la Secundaria “Carlos Marx” asistieron a este acto de fe, al que se suman a diario decenas de personas; es parte de una tradición de muchos años.

De igual forma, han comenzado a llegar los antorchitas guadalupanos.

(Julio Jiménez Mendoza)

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