TIZIMIN, Yucatán, 10 de diciembre.- Orando de manera especial por los niños, que como signo se congregaron en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, vestidos de Juan Diego y de vírgenes, así como por los papás para que vivan su misión de educar a sus hijos con mucha alegría y con mucho compromiso cristiano, se celebró el día de San Juan Diego.
La misa se desarrolló en el templo guadalupano y fue oficiada por el párroco Fermín Rigoberto Nah Chí, quien en su homilía invitó a que los padres miren en todo momento la presencia de sus hijos como un regalo de Dios.
Recordó que hay familias que quieren tener hijos y no les es posible, por lo que hizo énfasis en que aquellos que los tienen deben cuidarlos mucho, con ese cuidado permeado con el amor y teniendo siempre presente la educación.
Señaló que es muy importante irles inculcando la asistencia y la presencia a la Iglesia, enseñándoles a conocer que venir a la iglesia es venir a encontrarnos con Dios y con la comunidad, que es un lugar sagrado y muy especial.
“Así como Juan Diego tuvo una misión muy concreta, les toca acompañar a sus Juan Diegos y Guadalupes a descubrir cuál es su misión a futuro; no todos están llamados al matrimonio, ni a ser mamás o papás, hay que enseñarles a que consideren la vocación a la vida consagrada, entrar o vivir la experiencia del Seminario o una posible vida sacerdotal”, apuntó.
“El niño tiene que descubrir que tiene tres opciones para ser feliz, como laico, como sacerdote o como religioso o religiosa; esta misión implica mucha responsabilidad que requiere mucha oración para que no se pierdan en el camino y aprendan a educar a sus hijos como es debido”, puntualizó.
Para finalizar, el sacerdote bendijo a los pequeños que se hicieron presentes encomendándolos al Creador y a la Virgen de Guadalupe.
(Luis Manuel Pech Sánchez)