ACANCEH, Yucatán, 12 de diciembre.- Tanto en la misa como en la procesión, multitud de personas acompañó a la virgen de Guadalupe en su tradicional procesión por las calles de esta villa.
El párroco local, Jenaro Rodríguez Colomé, y el diácono Miguel Tun, oficiaron la misa especial en una repleta cancha parroquial, en el marco de la fiesta patronal en honor a la virgen de Guadalupe que, como cada año, se realiza en la localidad, y el guía espiritual de Acanceh ofició la misa especial.
Las celebraciones marianas comenzaron desde la madrugada, hora en que cientos de peregrinos llegaban a la localidad, provenientes de otros municipios como Tecoh, Seyé, Cuzamá, Homún, Motul, Hunucmá y de la ciudad de Mérida que cumpliendo con una manda, descansaban en este municipio para esperar la procesión y continuar después a sus lugares de origen; antorchistas de este municipio también llegaron procedentes de otros estados donde cumplieron su manda.
De igual manera, varios grupos parroquiales y hasta ciudadanos que, para cumplir alguna promesa, se organizaron y cantaron a la virgen las tradicionales mañanitas.
La misa comenzó a las 10 horas, cuando el padre Jenaro recordó aquel milagro aparecido ante el indio Juan Diego: “Fue el encuentro de dos seres humildes, nuestra Señora de Guadalupe y Juan Diego, un milagro que ocurrió en un cerro seco donde no había agua, pero brotaron cientos de flores”, mencionó al recordar las apariciones de la virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac.
Luego de la misa, la virgen fue llevada en hombros por las principales calles, comenzando así la procesión más larga del Estado, la procesión anual de la virgen de Guadalupe en las festividades patronales de Acanceh.
En la procesión participaron miles de feligreses, un mar de gente estuvo encabezada por el párroco local y las embajadoras guadalupanas, la de la fiesta y la del ayuntamiento.
La procesión salió de la cancha parroquial de la iglesia de la Natividad, se encaminó sobre la calle 21 hasta llegar a la calle 8, de ahí se encaminó sobre la 17, pasó por la 14 y llegó hasta la calle 22 para doblar y continuar su recorrido hasta la calle 21, dar vuelta y retornar a la cancha parroquial, que estaba repleta de gente que esperaba a la sagrada imagen para venerarla y ungirla de flores y ruda.
De igual manera la procesión de los estandartes del último gremio congregó a buen número de feligreses que con charanga y voladores acompañaron al gremio para salir de la iglesia.
De esta manera, el fervor guadalupano en la localidad se vio reflejada una vez más en los miles de feligreses locales y visitantes que abarrotaron la iglesia de la Natividad.
La sagrada imagen quedó en la cancha parroquial donde permanecerá hasta la noche, luego de la misa de antorchistas, posteriormente será llevada a la iglesia de la Natividad, donde permanecerá hasta el 16 de este mes para ser subida a su capilla original.
(Texto y fotos: Carlos Chan Toloza)