TEABO, Yucatán, 12 de diciembre.- En un desborde de júbilo y efervescencia guadalupana, cientos de fieles católicos del municipio y visitantes se unieron a la multitudinaria procesión para celebrar la fiesta de la Virgen de Guadalupe, “Reina de México”.
La cúspide de los festejos a la Morena del Tepeyac llegó con la celebración de la tradicional y concurrida misa presidida por el Pbro. Gabriel Burgos Sabido, en las inmediaciones del barrio de la Virgen de Guadalupe.
Al término de la celebración eucarística, el centenar de feligreses de todas las edades, se unieron a la procesión que partió de la colonia con rumbo al Centro de la comunidad, bajo un intenso sol que puso a prueba la fe de los asistentes.
La peregrinación de fe y devoción estuvo encabezada por la efigie de la Virgen de Guadalupe, que fue transportada en una camioneta, así como de un cuadro de la venerada y la imagen de San Juan Diego que la grey católica cargó en brazos.
Las insignias de fervor mariano estuvieron flanqueadas por los estandartes y banderas tricolores con la imagen de la Emperatriz de América. Asimismo, varios parroquianos se unieron con efigies de la virgen entre sus brazos.
El derrotero guadalupano al que se unió el Párroco y la Alcaldesa, Fabiola Loeza Novelo, estuvo amenizado por las alegres melodías de las agrupaciones musicales y cantos de la feligresía que rindió tributo a la Santísima Virgen María.
La procesión culminó en el domo del barrio de la Guadalupe, donde los asistentes se aproximaron a la efigie para dar muestra de veneración, en tanto que otros aprovecharon prender sus velas, veladoras y elevar oraciones en la capilla de la venerada.
Con la procesión que reunió a cientos de fieles católicos, culminaron las actividades religiosas realizadas del 3 al 12 de diciembre en la población, en honor a Madre María.
El pueblo católico mexicano conmemora el Día de la Virgen de Guadalupe, una festividad nacional en la que se celebra la primera aparición de la virgen al indígena Juan Diego en el cerro del Tepeyac.
Con ello la Emperatriz de América y patrona de México quiso dejar su imagen desde ese día en una sencilla “tilma” como señal del amor de Dios para los creyentes.
(Carlos Ek Uc)