Después de lo observado en la Vuelta de México el ciclismo local, ante el surgimiento de nuevos competidores y de mayores espacios o carreteras, incrementó sus actividades, y fue una de ellas el Gran Fondo de 320 Km Mérida a Valladolid en dos días, el sábado 17 de junio de Mérida a Valladolid con 163 Km, en la cual nuevamente impuso sus blasones el “Negro” Zapata al llegar solo a la meta seguido por el “Caperuzo” y por Guido Sosa; al día siguiente cubrieron los otros 163 Km de retorno en los cuales ratificó su categoría el “Negro”i.
En 1955, cuando el ciclismo nacional estaba en gran auge y además nuestro país fue sede de los Juegos Panamericanos, se generaba un ambiente positivo para la realización de justas que mejoraron y promovieron al deporte del pedal.
Este ambiente motivó a muchos ciclistas a emprender viajes hacia el interior de la República en bicicleta; Francisco Ruiz Puente y su hijo Manuel Jesús Ruiz emprendieron un viaje hacia la capital del paísii, así como de un par de pedalistas campechanos de nombre William Ayuso Castillo y Francisco Martínez Zapata, quienes emprendieron un viaje de buena voluntad de Mérida a Nogales, Sonoraiii. y el que realizó Manuel Arturo Navarrete Pérez, un oriundo de Cansahcab y empleado de Pemex en Veracruz, que en trece días hizo el recorrido de la capital mexicana hacia Méridaiv. La intención de que el ciclismo local regresara a las justas nacionales hizo que la Asociación mandara un equipo representativo a los III Juegos Nacionales Juveniles efectuados en la capital del país, a fines del mes de mayo de 1956, y fue el Velódromo del Parque Calles el escenario para las pruebas de velocidad y la carretera Lechería - San Cristóbal la ruta del fondo juvenil. El equipo yucateco de ciclismo estuvo integrado por Hérberth Vega, Luis Boffil, Luis Romualdo Dzib y Jorge Pasos; y el mejor resultado que obtuvieron fue el de Hérbert Vega, quien obtuvo un cuarto lugar en la prueba de kilómetro scratch.v
Para 1957 el campeonato estatal volvió a efectuarse, con un resultado sorpresivo, ya que Juan Quijano terminó en este evento con el reinado de cinco años consecutivos del “Negro” Zapata, imponiéndose como campeón de éste año.vi
En los IV Juegos Nacionales de la Juventud realizados a fines de noviembre y principios de diciembre de 1957, la Asociación de Ciclismo nuevamente mandó a un representativo integrado por Manuel Pérez, Rudy Paredes y Pedro Paredes, sin embargo, en esta ocasión no pudieron pasar más allá de las rondas eliminatorias en sus respectivas pruebas, por lo que en todas las competencias finales estuvieron ausentes.
Para 1958 el deporte del pedal yucateco contaba con una renovación en cuanto a clubes y a competidores, ya que a inicios del año peleaban los podiums los equipos “Pedal y Fibra”, integrado por “Caperuzo” Burgos, Luis F. Escamilla, Luis Romualdo, Víctor Ruz, Gregorio Segovia, Freddy Reyes; el “Playa” con Efraín Franco, Julio Ceballos, Pedro Paredes, Rudy Paredes, Roger Baeza y Mario Fonseca; el “Pemex” con Roger Espadas, Evelio Montañez, Francisco Bastarrachea, Miguel Carrillo, Manuel Padilla, José Ruz, Alberto Rodríguez, José Díaz, Alonso Campos y Fernando Tanoira; del interior del estado competían el equipo “Progreso” , integrado por Guillermo Alférez, Jorge Arceo, Rubén Núñez y Ángel Aguilar; el club “Cansahcab” con Manuel Cruz, Daniel Bazán y Crescencio Carbajal; el equipo ciclista “Ticul” con Wenceslao Sosa, Robert Falcón, Omar Escobedo, Carlos Argáez, Felipe Dìaz, Lorenzo Manzanero y Juan Falcón. El cinco veces campeón estatal Luis El “Negro” Zapata había decidido darse un retiro parcial de las competencias y para el Torneo Estatal de 1958 surgiría un nuevo campeón en la figura de Luis F. Escamillavii
A finales del mes de noviembre de 1958 se daría, quizá, el mejor resultado del ciclismo mexicano por equipos a nivel internacional, en ocasión del Octavo Campeonato Americano de Ciclismo en Sao Paulo, Brasil, en el cual participaron escuadras de nueve países; México llevó a sus mejores figuras, forjadas en la Vuelta de México: Rafael Vaca, Antonio “Tractor” Solís, Mauricio Mata, Jacinto “El Pájaro” Brito y Javier Taboada.
La década de los sesenta iniciaría con una noticia que conmocionaría al mundo del pedal, por la inesperada y absurda muerte de Il Campionissimo Fausto Coppi, máxima figura del ciclismo mundial, quien tenía 40 años y en un viaje a África para participar en una carrera recreativa en diciembre de 1959 contrajo la malaria, que al ser tardíamente diagnosticada y atendida por los médicos ocasionaría su dramática muerte; la repentina desaparición de Coppi convulsionó los ánimos de muchos deportistas y en particular del mundo del ciclismoviii.
El ciclismo yucateco, sin embargo, realizó un vistoso evento consistente en un maratón ciclístico de 80 horas de duración dando vueltas a la pista del Estadio Salvador Alvarado y en el que un ciclista veracruzano de nombre
José Hernández Martínez trataría de mejorar su propio récord de 80 horas y 11 minutos; inició el miércoles 10 de febrero a las 9 de la noche y lo culminó Hernández el domingo 14 de febrero a las 11 de la mañana, ante un público curioso que por momentos asistía a presenciar la hazaña. Tres pedalistas yucatecos lo acompañaron sin culminar el maratón, habiendo dado un buen número de vueltas y de horas como fue el caso de Luis F. Ortiz que estuvo 24 horas 27 minutos sobre el sillín, siguiéndole Roque Armando Carvajal con 22 horas 41 minutos y Alonso Montalvo Escalante, este último apodado “El Rutero del Mayab” con 18 horas 4 minutos.ix
Nuevamente se mandó una cuarteta de ciclistas locales a los V Juegos Deportivos Nacionales celebrados en la Ciudad de México, del 13 al 25 de noviembre de 1960, entre ellos Gregorio Segovia, Ricardo Reyes, Evelio Montañez y Carlos Ojeda, asistidos por Jaime Rico como entrenador. Montañez fue el mejor yucateco en el evento al ocupar un octavo lugar en la prueba de fondo juvenil de 60 kilómetros, lugar meritorio entre 113 corredoresx.
1961 sería el último año de los grandes logros del ciclismo nacional, debido a que se celebró la edición final de la justa pedalista más importante del país, la Vuelta de México, debido a la puja política que se efectuaba entre este evento y otro de características similares organizado por una instancia gubernamental, la Vuelta de la Juventud. Las dos competencias protagonizaron la etapa dorada del ciclismo mexicano, ya que se realizaron a la par durante ocho años; una, la de México y la otra, de la Juventud, surgida desde 1954, como un experimento desde las oficinas de la alta política deportiva mexicana.
A pesar de que históricamente 1961 es considerado el último gran año de la época dorada del ciclismo nacional, la actividad social y económica en torno a la bicicleta era todavía de una gran trascendencia en la sociedad mexicana. Un ejemplo local de lo anterior eran los ingresos que generaban las bicicletas en las finanzas municipales de la capital yucateca. Para 1961, los ingresos anuales del Ayuntamiento de Mérida ascendieron a un total de $ 10’686,321.00 pesos, de los cuales un poco más de un 1.5 % provenían de derechos por placas para bicicletas, las cuales deberían tenerse para poder circular, mismos que ascendían a $ 168,696.00 pesosxi, lo que nos habla de un elevado número de máquinas circulando en la ciudad capital del Estado, el cual ascendía a 33,739 bicicletas registradas y emplacadas ante la policía municipal.xii
Para esos años se dotó de una mayor iluminación al Paseo de Montejo que sirvió como escenario de nuevas competencias locales, pero se instalaron también en diversos puntos de la ciudad los topes o reductores viales como una solución en los cruceros más peligrosos y transitados de la ciudadxiii. El ciclismo local escucharía sus últimos aplausos por el efecto de una urbe en crecimiento con un tránsito automotor imparable.
i Diario del Sureste, Luis ““Negro”” Zapata ganó la prueba de gran fondo Mérida a Valladolid, junio 19 de 1954, ultima pág.
ii Diario del Sureste, La salida de los ciclistas Ruiz a su viaje a México, 9 de agosto de 1956, pág.8.
iii Diario del Sureste, Salieron los ciclistas campechanos que harán el recorrido Mèrida-Nogales,26 de agosto de 1956, última página.
iv Diario del Sureste, 13 días de la capital a Mérida, 9 de julio de 1956, p.2.
v La Afición, Ubaldo González dio a Jalisco su 2º. Cetro en ciclismo al ganar la prueba de Scratch, 26 de mayo de 1956, p.p. 5 y 11.
vi Diario de Yucatán, Competencias de ciclismo, Sección Diario de Progreso,26 de agosto 1957,p. 8
vii Diario del Sureste, Récord de ciclismo de Luis Escamilla al coronarse campeón del III Torneo, 1º de octubre de 1958, p.8
viii Conti, Beppe, La grande storia del ciclismo, Graphot Editrice, Milano, 2017, p.315
ix Diario de Yucatàn, Campeòn que tratarà de superar su rècord, 13 de febrero de 1969, p. X
x Diario del Sureste, Las competencias de la Asociaciòn Yuc. de Ciclismo, 12 de enero de 1961, p.8.
xi Diario de Yucatan, Las Cuentas Municipales, 3 de enero de 1962, p.10.
xii Las placas para bicicletas costaban $ 5 pesos. Diario Oficial del Estado de Yucatàn, 31 de diciembre de 1960, p.10.
xiii Diario de Yucatàn, Informe del Alcalde saliente Sr. Orlando Vàzquez , 1º. De enero de 1962, p.1