Yucatán

Cada migrante manda mensualmente a sus familiares alrededor de 12 mil pesos, lo que “propicia una derrama de 600 mil pesos cada 30 días” y repercute en la economía del poblado

CENOTILLO, Yucatán, 23 de diciembre.- La secretaria de la comuna, Ligia Tacú Chi, comentó que alrededor de 50 personas se encuentran en el extranjero y que cada una manda mensualmente a sus familiares aproximadamente 12 mil pesos, lo que “propicia una derrama de 600 mil pesos cada 30 días”, lo cual repercute en la economía del poblado. Aclaró que otros mandan menos y solo cuando se acuerdan de sus parientes.

La funcionaria dijo que, actualmente, son pocos los que emigran, pues lo encuentran más difícil con el Gobierno de Donald Trump. Se le preguntó si el beneficio fue notorio años atrás, cuando muchos se iban de “mojados” a Estados Unidos y respondió que al contrario; relató que un Presidente llamado Enrique Ortiz Moreno, publicó que “Cenotillo no tiene gente con pobreza” y eso hizo que les mandaran menos dinero, afectando a muchos que sí son pobres –a quienes ahora no se les puede ayudar con los pocos recursos que les envía el Gobierno. Asimismo, dijo desconocer cuántos habitantes hay en el municipio y tampoco hay padrón de los que trabajan en Estados Unidos.

Tacú Chi expresó que solo en la feria de Santa Clara de Asís, que se celebra del 3 al 15 de agosto, algunos llegan de Estados Unidos y eso encarece los bailes populares, pues el costo es de $200, cuando en otros municipios cuesta $120. Por otro lado, la entrevistada no precisó cuántos visitan a sus familiares.

Otros pobladores dijeron que todavía hay gente del poblado que sigue buscando la manera de ingresar al otro país, y que hace unos días supieron que tres de ellos ya habían pasado al otro lado, siendo mayoría los que están allá. También comentaron que para la feria solo se ve bailando a los que vienen de afuera, ya que solo ellos pueden pagar las entradas.

Don José Asunción Talle Serrano, originario de Cenotillo, comentó que durante 23 años estuvo viajando temporalmente al país americano, permaneciendo allí de uno a dos años, para luego regresar. Sin embargo, comentó que desde hace 13 años permanece en el poblado, debido a que ya tiene cierta edad. Dijo que lo que él buscó siempre era el bienestar de la familia y en ese lugar se pagaba mucho mejor el trabajo que realizaban; comentó que logró muchos beneficios, en especial para costear los estudios de sus hijos y, aunque era muy arriesgado ir a ese país, se justificaba por los beneficios que se lograban si uno sabía organizarse y cuidar lo que ganaba.

Actualmente realiza trabajos de albañilería y tiene empleo gracias a que todavía hay gente laborando allí y mandan a sus familias dinero. Dijo tener familiares y amigos que se quedaron a vivir en ese lugar y que muchos ya no regresan por no estar legales; comentó que ahora la “pasada” está de 7 mil a 10 mil dólares por persona y no todos pueden pagarlo. Además, platicó que la mayoría de la gente que se dedica a la construcción como él, tienen trabajo gracias a la gente que está en ese lugar.

De igual forma, se pudo observar algunas viviendas donde anunciaban la venta de artículos con marcas americanas, como zapatos, ropa y bicicletas.

Esta comunidad se encuentra a 58 kilómetros al noroeste de Valladolid y, según el último censo de población, cuenta con 3 mil 886 habitantes; su celebración más importante es la de la Virgen de Santa Clara de Asís del 3 al 15 de agosto, días en que se congrega el pueblo casi en su totalidad a disfrutar de todas las actividades programadas. Allí se puede ver a ciudadanos vistiendo y gastando como no sucede todo el año, y es que muchos de ellos son migrantes de Estados Unidos; unos ya son residentes y otros temporales, pero en general vecinos y originarios de esta población.

Los resultados de incrementar sus ingresos al pasar al otro lado de la frontera se refleja en un municipio de hogares dignos y cómodos para las familias de estos trabajadores, también el nivel de educación de sus hijos, pues más dinero conlleva mejor preparación. En general se ve una población con construcciones más sólidas.

(Ariel Sánchez Gómez)