TIZIMIN, Yucatán, 28 de diciembre.- Con un llamado a preservar la vida se llevó al cabo la tradicional bajada de Gaspar, Melchor y Baltazar que enmarcó el inicio de la fiesta anual de la Ciudad de Reyes.
“El espíritu de Herodes anda vagando por nuestras calles, incluso por nuestras instituciones, celebrar la fiesta de los Santos Inocentes es mucho más que hacer bromas ingeniosas, es mirar hermanos que la cruz aparece plantada junto al pesebre, es reconocer a aquellos que dieron la vida aun incluso sin haber cometido una falta, dieron la vida por Jesús, pero también es oportunidad de señalar que esas cosas pueden seguir ocurriendo y pedirle al Señor que el encandilamiento por nuestras fiestas no nos haga perder la conciencia de las cosas por las cuales tenemos que luchar”, aconsejó el Párroco, Pedro José Echeverría López.
“Hemos acudido a este lugar convocados por la tradición, no necesitamos mucha propaganda ni invitaciones elaboradas para hacer acto de presencia, estamos aquí porque nuestros padres, nuestros antepasados también estuvieron”, remarcó el Padre ante un lleno total de la bóveda del recinto sagrado que atestiguaron la bajada de Los Reyes Magos del Oriente.
“Estamos en un templo religioso en una celebración litúrgica ubicada en un calendario y hoy la iglesia celebra a los Santos Inocentes, una celebración que data del siglo quinto o sexto de la era cristiana como liturgia, pero que está arraigada en las tradiciones bíblicas que narra el evangelista San Mateo y que nos ofrece luz para que hoy en este día anuncie una vez más la fiesta patronal de esta Parroquia y tengamos motivos sólidos para ofrecer, para pedir intercesión a los santos patronos para ir donando la acción salvadora de Dios en favor nuestro”, señaló.
“Más allá de las cuestiones meramente costumbres de la fiesta de los Santos Inocentes, es un asunto sumamente serio siempre actual, muestra como cuando no se sabe reconocer la presencia de Dios en nuestra vida, termina por imponerse la ley del más fuerte, cuando no se es libre frente a las pretensiones egoístas terminamos por encerrarnos en nuestros medios y por agredir a aquellos que consideramos como peligro, como agresores”, señaló.
“El relato de San Mateo que hemos escuchado comienza mencionando a los santos patronos, los Santos Reyes que después de haber dialogado con Herodes, de haberse encontrado con el Niño Dios, luz y vida, ellos reconsideraron su camino, volvieron a su tierra por otros rumbos y Herodes se sintió engañado por que esperaba que regresaran para revelarle lugar y ubicación del nuevo rey. Él tenía sus propios planes al respecto. Disgustado, furioso, Herodes tomó la decisión de acabar con la vida de inocentes, simple y sencillamente entre ellos podría encontrarse el que consideraba una amenaza al poder”, agregó.
“Cuando uno escucha esto se sorprende por la maldad que puede tener un hombre en el corazón, podría parecer incluso inverosímil. Conociendo por otras fuentes la vida de Herodes, uno de los que escriben sobre él, Flavio Josefo, historiador del siglo primero judeo romano, nos dice cosas terribles sobre este personaje, yo diría lo que dice San Mateo que podría ser pecata minuta sobre las atrocidades que había realizado por su afán de poder, sin ser miembro del pueblo judío y para heredar el trono se casó con una judía de una ascendencia muy apreciada en el pueblo. Moviéndose políticamente había ganado el favor de los romanos, había llegado al poder y tenía miedo de perderlo, cosas terribles por ejemplo los celos ante la popularidad de sus hijos que por ser hijos de madre judía ellos eran valorados y queridos en su pueblo. El historiador describe el modo de como los asesinó y lo peor ya muerto sus hijos, la esposa era más popular que él y también termina por matarla, dice Flavio Josefo ya en lecho de muerte sabiendo Herodes que la gente lo detestaba, quiso garantizar el llanto de su pueblo el día de su muerte y dio una orden de encerrar a los ancianos de Jericó en el circo en el teatro romano para garantizarlo. No dice el historiador si esto se haya cumplido muy probablemente no, pero la pretensión es verdaderamente atroz”, aseguró.
“Y en este mismo contexto la orden de acabar con inocentes, nos muestra lo que es capaz de hacer el ser humano enfermo de poder, todo puede parecer una amenaza, el asombro queridos hermanos por hechos históricos pasados, no debe desviarnos la atención sobre la barbarie que en estos días podemos atestiguar con solo ver el noticiero, con solo revisar las estadísticas que año con año parece ser que nos van dictando”, dijo.
“El evangelista narra a Raquel que llora porque sus hijos están muertos, recordamos a mamás de más de 40 mil desaparecidos que lloran porque no saben dónde están sus hijos”, aseveró.
“Al mirar la manera tan sanguinaria como se describe la muerte de los inocentes, podemos pensar que los más de 38 mil homicidios dolosos solo en este año, uno podría decir que aquellos eran inocentes, estos quien sabe en que están metidos, no tenemos nosotros autoridad moral para decir esto”, puntualizó.
“La pretensión de acabar con los niños del vientre materno de manera legal, eliminar la posibilidad de ser personas reduciéndolos a producto nada más, sin empatía, sin mirar este proceso que si no es interrumpido llegará a ser un niño, adolescente, hombre maduro, una persona, lo estamos viviendo en nuestros días. El espíritu de Herodes anda vagando por nuestras calles, incluso por nuestras instituciones, celebrar la fiesta de los Santos Inocentes es mucho más que hacer bromas ingeniosas, es mirar hermanos que la cruz aparece plantada junto al pesebre, es reconocer a aquellos que dieron la vida aun incluso sin haber cometido una falta y dieron la vida por Jesús pero también es oportunidad de señalar que esas cosas pueden seguir ocurriendo y pedirle al Señor que el encandilamiento por nuestras fiestas no nos haga perder la consciencia de las cosas por las cuales tenemos que luchar”, indicó.
“Pedimos en este día al Señor, al Mesías, al Salvador por intercesión de aquellos que dejaron tierras que se postraron ante su presencia, que nos ayude a nosotros también a hacer lo mismo a no rendirle culto a las hazañas de dominio, de poder a nuestro egoísmo de los que nubla la mente y endurece el corazón, pedimos por tantos niños inocentes, por tantas personas en que en este País y el mundo entero sufren las consecuencias de la violencia del odio y de la ceguera”, expresó.
“Iniciamos una fiesta pedimos derecho a celebrar que nuestra mirada no es pesimista, que nos ha nacido el Salvador, que los podemos encontrar como los magos del Oriente en el pesebre, que nos invita a despojarnos de nuestras pretensiones, de seguirlo con sencillez, con humildad, con alegría, iniciemos nuestra fiestas hagámoslo cumpliendo con nuestra deuda para con el hermano, con el prójimo pero hagámoslo con el Señor Jesús dándole el lugar que debe ocupar no solo en esto tiempos, sino también en nuestro corazón”, finalizó.
El mensaje de la celebración fue muy reflexiva en el inicio de una de las ferias más importantes del Sureste de México, que mueve a miles de familias provenientes tanto del País como de otras partes del mundo.
(Efraín Valencia / Luis Pech)