VALLADOLID, Yucatán, 30 de diciembre.- Viejos y más viejos adornan las casas de la ciudad en todas las colonias, barrios y fraccionamientos; estos muñecos esperan en las puertas de los hogares a ser quemados en la noche del 31 de diciembre.
En punto de las doce de la noche estos monigotes serán quemados por las familias de cada hogar, no sin antes leer su testamento de las cosas que deja a cada uno de los miembros del hogar, para que lo superen el Año Nuevo.
Es la costumbre y tradición quemar a los viejos para el último día de diciembre, para que con él se queme todo lo malo que dejó el año viejo y solo vengan cosas buenas a los hogares. Con familias grandes o pequeñas, en la mayoría de ellas se quemará el viejo.
Que con el viejo se quemen los desamores, las desdichas y los sin sabores, entre otras cosas malas que nos dejó el año que muere, y bienvenido el Año Nuevo que nos deberá traer prosperidad, amor, bienaventuranza, entre otras cosas.
(Manuel Vázquez Rivero)