Yucatán

Por Roldán Peniche Barrera “Carcañal”, barbarismo por Calcañar o Calcañal, muy usado en Yucatán por toda clase de gente

Sólo lo registra muy brevemente el Diccionario del Dr. Güémez Pineda y, desde luego, el DRAE, pero en su forma correcta. Pero en cambio nosotros aquí en Yucatán, nos hemos mal acostumbrado a emplear el barbarismo “carcañal”, ¿de dónde lo han sacado?

Y este yerro no es nuevo y lo venimos arrastrando por siglos, acaso desde la época colonial. Quizás los conquistadores trajeron la palabreja a la península yucateca.

Ya Ramos y Duarte lo registra en su diccionario del siglo XIX:

Carcañal (Guerr.) Calcañal o Calcañar.

A continuación el recopilador nos demuestra que el barbarismo es de los tiempos de María Canica y quizás más atrás, regalándonos con un tercero de Juan Vázquez, “Canciones i Villancicos”-1551:

No sé que bulle

Es el calcaniar

Que no puede andar.

Un ejemplo actual:

-¡Ay, ay, ay! -grita Elmerón a las puertas del consultorio del Dr. Gorgojo- ¡atiéndame por favor, doctor!

-¿Por qué tanta bulla? Ya me espantaste a todos mis pacientes.

-¡Es que me duelen los “carcañales”…!

-¡Pos que te sigan doliendo por bruto!

Poesía Joven de Yucatán

Por Juan Manuel Góngora Briceño

I

Tus senos resplandecientes,

es visión maravillosa,

como oler una rosa,

temperaturas crecientes.

Me siento como un macho

cabrío, guiado por instinto,

una obra de arte yo pinto

que despierta al populacho.

Tenerte tanto fue un error,

mi mundo entero cayó

en una espiral, bebió

de tu manantial con fervor.

Tantas escenas de ensueño,

de inolvidables detalles

rebosan hasta las calles

de la vida, que es sueño.

Y para no olvidarte voy

tras de ti en pensamientos,

evitando ya los vientos

que nos desaparecen hoy.

(Continuará mañana)