Representantes de cooperativas pesqueras, federaciones y empresarios solicitaron una reunión del Consejo de Seguridad del Estado para que se atienda el problema de robos y asaltos a pescadores en tierra y mar. Sin embargo, no ha habido respuesta.
En el primer mes de este 2019 se han registrado por lo menos 3 robos a pescadores en alta mar, a quienes los piratas dejan a la deriva, pues los despojan de sus motores, objetos personales, artes de pesca y desde luego todo lo que hayan capturado.
POR ESTO! ha informado sobre los casos de robos y el problema de inseguridad en la costa del Estado; incluso, hace 2 años el sector pesquero convocó a los representantes de seguridad en tierra y mar para atender el problema en conjunto; sin embargo, no hubo continuidad y el problema persiste.
“Se solicitó la reunión y no hubo respuesta, no hubo respuesta para reunirnos con el Consejo, más bien que el tema se iba a llevar a la mesa del Consejo en la sesión del 29 de enero, pero hubo cambio de fecha y estamos al pendiente de cuándo se retoma.
“Es un problema que persiste, que preocupa y que no vemos cómo”, dijeron fuentes del sector pesquero.
POR ESTO! publicó en la edición del 13 de enero que en la madrugada del 12 se registró el primer asalto en alta mar a dos embarcaciones ribereñas de escama de Telchac, por lo que las cooperativas y federaciones preparaban la convocatoria para que las autoridades de seguridad estatal, federal y municipal actúen en la materia y su voz se escuche en el Consejo de Seguridad.
Nuevo atraco
Sin embargo, no ha habido respuesta y los asaltos persisten.
Ayer se informó de un nuevo atraco a pescadores de Santa Clara y Dzilam Bravo.
Apenas en la edición del 8 de noviembre del 2018 se reportó el robo en alta mar de un motor y de las pertenencias de pescadores de Sisal; de robos entre los hombres de mar en Progreso, así como de la muerte de un pescador en Campeche por defenderse de los piratas en alta mar.
Informamos que los pescadores en el Estado están temerosos, a la defensiva, pero decididos a defenderse por propia mano ante el desorden del sector y la notoria omisión de las autoridades.
(Verónica Martínez)