Eliseo Martín Burgos
El escritor inglés Robert Rhodes-James, en su libro “Un estudio sobre el fracaso”, que escribió antes que Winston Churchill llegara a ser Primer Ministro dice que: “era un personaje más o menos ridículo”. Otros, “que era un líder contradictorio, capaz de la máxima brillantez o caer en la ceguera y la desmesura”. Uno de los mejores amigos de Churchill, Lord Birkenhead, dijo:
-Cuando Winston tiene razón, es único. Pero cuando se equivoca… ¡Ay Dios mío!
El historiador Max Hastings: “sus múltiples errores y locuras son como granos de arena en la inmensa mole de sus hazañas”. Muchos creían que ocultaba alguna tara de carácter, una especie de defecto de fábrica.
Antología del Chascarrillo
Segunda Epoca