Yucatán

La travesía de la Virgen

PONIENTE DEL ESTADO, Yucatán, 25 de febrero.- Después de tres semanas de permanecer en Hunucmá, la imagen de la Virgen de la Asunción fue devuelta a su santuario en la vecina población de Tetiz, tal como se acostumbra desde la época de la Colonia.

Esta vez el gran ausente fue el estruendo de los voladores y petardos, que se acostumbran quemar al salir de la iglesia de San Francisco de Asís, de Hunucmá, y al llegar a la iglesia de Tetiz, a raíz de los hechos ocurridos en el Gremio de Señoras, en los que tres personas resultaron heridas a causa del estallido de pirotecnia.

En esta ocasión, en el trayecto de cuatro horas que dura la caminata de Hunucmá a Tetiz, un fuerte sol, con altas temperaturas, acompañó a la peregrinación, lo que aprovecharon los comerciantes de paletas, granizados, helados, refrescos, agua, etc.

Antiguos pobladores coincidieron en que este año disminuyó considerablemente el número de fieles que participan en la procesión anual. No se sabe el motivo.

A las 7:00 horas, la Virgen fue sacada de la iglesia de San Francisco, para dirigirse la procesión sobre la calle 30. Una de las paradas principales fue la capilla de la Virgen de Guadalupe, que se ubica en el cabo de la población.

Después se enfiló a la carretera, rumbo a Tetiz, y después de varias paradas, luego de dos horas de caminata, los peregrinos llegaron a la entrada de la antigua hacienda “Santa Rita”.

En ese lugar, por costumbre, se venden codzitos, tamales, vaporcitos, chanchamitos, tacos, refrescos, cremitas de coco, etc.

Minutos después la procesión de la venerada imagen continuó su camino, pasando por el entronque de la nueva vía federal Mérida-Tetiz, para cruzar por una antigua granja porcícola, y donde la empresa Turis-Tetiz reparte refrescos de horchata y jamaica, y también regala camiseta con el logo de la Virgen.

Escasos minutos antes de las 10 de la mañana, la venerada imagen llegó a la capilla Guadalupana, en el cabo de Tetiz. Para después atravesar las seis esquinas que separan la entrada del poblado y el santuario teticeño.

Cerca de las once, la procesión y el grupo de mujeres que custodia el baúl con las pertenencias de la Virgen, hicieron su entrada al centro de la población, para dar inicio a la misa de bienvenida. La Santísima Virgen ya estaba de vuelta en casa, como dicen los teticeños.

Al igual que en Hunucmá, en Tetiz tampoco hubo estallido de voladores y petardos, contrario a lo que se acostumbraba.

(Ramón Reyna Fernández)