Yucatán

Por Eliseo Martín Burgos

El pintor francés Jean Dominique Ingres iba todos los lunes en la mañana a los museos, cerrados por lo general en casi todo el mundo. Un día de esos lo vio un alumno suyo, parado en la puerta del Louvre como esperando que lo abrieran y le dijo que era lunes.

-¡Qué lástima! -contestó el maestro.

-¡Le interesaba ver algo?

-Casi todo. Vengo siempre que puedo. Es la única forma de aprender a dibujar bien.

Otro día, lo encontraron copiando un cuadro de Giotto.

-¡Por qué lo copias? Ya estás muy viejo -le dijo su amigo.

-Es como más se aprende.

Ingres tenía 86 años y estaba considerado ya como uno de los mejores pintores de todos los tiempos.

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