Yucatán

Es bien sabido que el tiempo ofrece la mejor perspectiva para juzgar la obra de un artista. En el caso de Enrique Coqui Navarro —quien esta noche recibe nuestro homenaje y mañana se unirá al selecto grupo de músicos y poetas que descansan en el Monumento a los Creadores de la Canción Yucateca—, a lo largo de los sesenta años transcurridos desde que su bolero Me lo dice el corazón obtuvo el primer lugar en el Concurso Chan Cil convocado por la Sociedad Artística Ricardo Palmerín, varias canciones suyas se han ganado justamente la categoría de clásicas de nuestra trova: el bolero tradicional Despierta paloma, los boleros Te amaré toda la vida y Hasta hoy, el bambuco Déjame llegar a ti, la clave Al caminante…

Esta sola aportación bastaría para situar a Coqui Navarro entre los grandes creadores de la canción popular de Yucatán. Sin embargo, el músico progreseño hizo mucho más que enriquecer con un puñado de canciones el repertorio de nuestros trovadores. Vale la pena detenerse en su faceta de intérprete y en el camino que recorrió como compositor, que le llevó a innovar en la forma y el contenido de sus canciones y aun a obtener grandes éxitos comerciales.

Sobre su vertiente como intérprete, ya se han recordado aquí sus inicios en el trío Los Panchitos y el memorable dueto que formó con Pastor Cervera. Yo añadiría que su gran habilidad como ejecutante de la guitarra es apreciable en la armonización, los preludios y los puentes de las canciones que grabó con Pastor. La pudimos constatar hace poco más de un año en el libro que recoge 22 piezas para guitarra sola de su autoría transcritas por el guitarrista Robbin Blanco a partir de una grabación casera. Esas piezas, que ahora son tocadas por guitarristas clásicos, dan cuenta de la destreza del autor de Despierta paloma en la ejecución de su instrumento, pero también de su apropiación de géneros populares de otras latitudes, algo que caracterizó la obra de varios trovadores yucatecos de los años sesenta, en particular la de Navarro y Juan Acereto.

Como compositores, tanto Coqui como Acereto y Pastor abrevaron en la canción yucateca tradicional, de la que fueron insuperables intérpretes, y, al calor de las reuniones de la Sociedad Artística Ricardo Palmerín, crearon canciones según los cánones fijados por sus ilustres ancestros Guty Cárdenas, Ricardo Palmerín y Pepe Domínguez. Aunque los tres se nutrieron de la misma fuente, en tanto que Pastor sintetizó y llevó a su culminación la trova tradicional, Coqui y Juan trataron de hacerse un lugar en el concierto discográfico nacional mediante la creación de canciones más afines a los gustos de la época —desde la bossa nova hasta la balada acompañada de instrumentos eléctricos—.

El enorme talento de Coqui Navarro puede notarse en las canciones mencionadas arriba y en otras que se ciñen en cuanto a forma o contenido a las características de la trova yucateca clásica: los boleros Suspiro y Tu amor, de corte tradicional, el original bambuco-clave A Palmerín y los boleros Sé que te quiero y No sé que está pasando. Por sus rasgos más afines a los del bolero internacional de los sesenta, los dos últimos, con Te amaré toda la vida y Hasta hoy, rebasaron enseguida las fronteras peninsulares. La canción más grabada es, por supuesto, Te amaré toda la vida, la cual, según el portal de la Sociedad de Autores y Compositores de México, ha sido registrada por 67 intérpretes —desde Joselito hasta Javier Solís, pasando por Olga Guillot y Sonia la Unica—.

Y, aunque no le gustaban mucho a Pastor, hay que reconocer también el oficio de Navarro en los boleros y baladas que tocan un tema más bien raro en la canción yucateca: el adulterio y el despecho. Sin recurrir a las imágenes románticas o modernistas características de la trova tradicional, en estas composiciones el autor logra comunicar con efectividad las actitudes del engañador o el engañado. Es el caso de tres baladas que le grabó en 1975 el grupo El Llanto con acompañamiento de instrumentos eléctricos: ¿A quién?, Nos amamos y Dichoso. En la primera el amante abandonado pregunta a la amada: “¿A quién le dirás desde hoy / que te pase a buscar / donde tú me esperabas? […] ¿A quién le tendrás que mentir / cuando quiera saber / de nosotros la historia?” En la segunda, el adúltero canta a la amante: “Nos amamos / y dormimos cada quién en otro lecho.” Y en la tercera, dice a la mujer ajena: “Dichoso el que vive contigo / porque disfruta del placer / y la alegría de tener / tu compañía.” Escúchenlas sin prejuicios (musicales) y descubrirán sus valores.

En este mismo terreno, Coqui compuso Amantes de medio tiempo, grabada por Marco Antonio Muñiz, y Borraré tu nombre, Ese fue tu error y Si no te gusta como soy, sonoros éxitos en la voz de Lupita D’Alessio, hechos a la medida de la —en su tiempo— polémica cantante, conocida por los temas en que se dirige al amante reivindicando su libertad amorosa. Las cuatro composiciones hablan del buen oficio de Coqui, pero es en Borraré tu nombre donde consigue el mejor efecto con las evitadas rimas de sus versos finales: “Por eso me marcho sin pedirte nada / y tú, de mi parte, vete a… donde quieras.” “Ahora yo te miro de arriba hacia abajo / y lo que tú pienses me importa… lo mismo.”

Pero la obra de toda la vida de Coqui Navarro no nos debe importar lo mismo. Es ocasión de digitalizar y restaurar sus grabaciones, en especial las que hizo con Pastor, para ponerlas al alcance de todos. También vale la pena revisar toda su producción, que llega casi al centenar de títulos, para volver a interpretar y registrar aquellos que lo merezcan. En fin, si sus canciones han sido grabadas como bolero ranchero, balada, danzón o chachachá, ¿por qué no hacer arreglos para orquesta sinfónica, cuarteto de cuerdas, coro o voz y piano?; ¿por qué no tocar sus canciones como salsa, cumbia, rock o jarana? La calidad de su obra permite esas y otras versiones que darían nueva vida a ese Coqui que ya no está físicamente entre nosotros pero que amaremos toda la vida.

Palabras leídas en el Tributo Musical a Coqui Navarro realizado en el Teatro Peón Contreras el martes 26 de febrero de 2019.

*Investigador del Centro de Investigación Artística de la ESAY.