Pilar Faller Menéndez
Material imprescindible hoy en día y desde su invento que data 305 años antes de nuestra era en China, ha jugado un papel preponderante para la evolución humana gracias al cual se ha podido transmitir a través de muchas generaciones el conocimiento y la información y ha permitido conservar un patrimonio importante de la humanidad como es la literatura, así como las hemerotecas, tratados, cartas y muchas cosas que nos permiten constatar la historia desde su introducción en nuestra cultura.
El material que se utilizaba para escribir lo inventaron los egipcios hace 5 mil años y fue el papiro. Desgraciadamente su fabricación era muy elaborada y costosa, posteriormente se sustituyó con el pergamino, el cual provenía de la piel de animales como el cordero, ternera o cabra, motivo por el cual su acceso era para ciertas clases sociales.
En primera instancia la invención del papel se le atribuyó a Ts’ai Lun, pero recientes descubrimientos arqueológicos sugieren que fue inventado antes mediante una crónica china proveniente de la dinastía Han hallada en el siglo I, en la cual consta que desde muchos años atrás se realizaba la escritura sobre retazos de seda o sobre un bambú. El primer material era muy costoso y el segundo muy pesado, por lo que Cai Lun, su inventor, buscó materiales alternativos en las cortezas de los árboles, como en el cáñamo y en los deshechos de paños de lino, pudiendo de esta manera presentar al emperador He de Han, de la dinastía Han, el nuevo sistema para transformar estos materiales en una nueva superficie para escribir: el papel, momento que marcó un antes y después para el mundo de la escritura.
A pesar de que al principio la técnica para su fabricación era rústica, con el tiempo, éstas mejoraron y se perfeccionaron, con lo cual pudo difundirse en Asia en países como Corea, Vietnam y Japón. Los árabes conocieron el producto hasta el siglo VIII, y se volvieron los distribuidores de este material, tras capturar en una batalla a fabricantes chinos de papel.
Fue entonces como Samarcanda en China, que durante más de un siglo tuvo el monopolio de la fabricación del papel y fue centro de la vida cultural del Asia musulmana, que dejó de serlo, ya que los árabes trasladaron las fábricas de papel a Bagdad, que al principio fueron operadas por personal chino, y posteriormente la fabricación también se dio en El Cairo y Damasco.
El primer país de Occidente en conocer el papel y utilizarlo fue España. El Misal de Silos data del año mil y es el manuscrito en papel más antiguo que se conoce. Los españoles establecieron en Játiva, en la cual producían papel de algodón, conocido como “carta bombiciana” que tuvo gran fama en el año de 1150.
Los italianos conocieron el papel en el siglo XIII, y cien años después ya tenían en la región de la Toscana tres fábricas, a las cuales les añadieron para la elaboración un motor de agua para el batido, por lo que fábricas semejantes a éstas empezaron a instalarse en España, en Alicantina de Alcoy. No existen indicios de que el papel llegara a Inglaterra antes del siglo XVI, cuando Isabel I permitió a su joyero instalar un molino de papel.
Cai Lun, el inventor del papel es venerado en el Lejano Oriente y considerado el patrón de los fabricantes de papel. El mortero con el cual fabricó por primera vez el papel se conserva a modo de reliquia en China.
Con el paso de los siglos, las técnicas para obtener este material ha sufrido transformaciones: en el año de 1799 el francés Nicolas Robert registró una patente sobre un procedimiento novedoso para la obtención del papel mediante el cual podía obtenerse papel de una longitud de doce a quince metros, sin la intervención de obreros, con procesos totalmente mecánicos, invento de gran ayuda para los impresoras.
Los métodos para obtener y mejorar la calidad siguen evolucionando, un ejemplo de ello fue la invención en Canadá en 1985 de un papel resistente a las fotocopias, a fin de evitar la difusión de información no deseada, por lo que se puede esperar que los avances tecnológicos continúen y nos sigan sorprendiendo, como es el caso de los refinamientos que se han alcanzado con el papel reciclado que empieza a tener auge en esa industria.