Yucatán

Historias de familia contadas por Don Mario Renato Menéndez Rodríguez

 

Pilar Faller Menéndez

Mucho se ha hablado de mi familia materna, muchos silencios hubo de la misma, porque es mejor guardarlas en el seno de la misma, por lo que muchos fueron los rumores que siempre corrían porque la gente es así, cuando no sabe, inventa y genera sus propias hipótesis, o conoce solamente una versión que no siempre está apegada a la verdad.

Una de las muchas verdades que me constan fue el gran amor y orgullo que tuvieron mis abuelos hacia su primogénito Mario Renato por haber elegido y seguido una tradición que tan dignamente precedió el trabajo intachable de quien fue mi abuelo Don Mario Menéndez Romero, cuyos ojos se iluminaban cuando su hijo Mario lo visitaba, o leía, porque en él veía que los esfuerzos y el tesón con los que ejerció el periodismo no fueron en vano: tuvo un digno sucesor, que hoy dirige un periódico que está cumpliendo veintiocho años de vida y al cual muchos le tienen respeto porque son testigos de que no ha sido una tarea fácil.

En tiempos difíciles muchos son los que abandonan el barco, pero este no ha sido el caso de los colaboradores de este rotativo, a quien su director siempre reconoce su esfuerzo, pero sobre todo la lealtad que han demostrado y los considera el activo más importante que tiene su periódico.

En el desayuno del 28 aniversario tuvimos muchos la oportunidad de conocer la relación que guardó con quien fue el fundador de esta noble profesión que han seguido las generaciones venideras: Don Carlos Ricardo Menéndez González, del que muchos de sus descendientes sabíamos poco de anécdotas personales y que tuvimos la ocasión de conocerlas de alguien que vivió muchas de ellas, como Mario Renato Menéndez Rodríguez, su nieto, a quien le tuvo mucha defer="true"encia, y le mostró que el camino del periodismo empieza desde abajo, conociendo lo que hace la gente que trabaja en los talleres, aquella gente que para muchos es invisible, pero que su esfuerzo es tan importante, como el de los que trabajan en la redacción.

Me quedé con las ganas de conocer más; es muy importante saber de dónde venimos porque eso nos impulsa a saber a dónde vamos, o el saber cuál es el porqué de una pasión que se sigue con vehemencia y que honra a quienes ya han partido, demostrando que sus enseñanzas y confianza no fueron en vano.

Es un orgullo saber de dónde provengo, de lo que ha luchado y vivido injusticias quien hoy puede ver el fruto de las mismas. Donde quiera que estén hoy mi abuelo y mi bisabuelo, deben sentirse muy satisfechos por haber apostado por quien no los defraudaría. A pesar de no estar presentes en vida, el periódico POR ESTO! es un tributo a esa gran herencia que nos dejaron, y que todavía continúa: el periodismo honesto. Muchas gracias Don Mario Renato Menéndez Rodríguez por haber compartido esas historias de la familia.