Ana María Ancona Teigell “La injusticia en cualquier parte
es una amenaza a la justicia en
todas partes.”
Martin Luther King Jr.
Ante la corrupción, la injusticia, el influyentismo, el abuso de poder y la impunidad que vivimos, hoy en día en nuestro Estado, por la mayoría de nuestras autoridades e instituciones, los medios de comunicación se han vuelto nuestros aliados, nuestra fuerza y el eco de nuestras voces para que todos sepan lo que está pasando.
Aunque la justicia siga siendo sorda, ciega y muda para miles de mujeres, hombres, jóvenes, niños y personas de la tercera edad, ya nada queda en el silencio, la oscuridad y el olvido. Todo sale a la luz.
Retomando párrafos del discurso que dio el 6 de marzo de 1994 el candidato a la presidencia de México, Luis Donaldo Colosio, pareciera que estamos en la misma situación o peor:
“Somos un Estado con hambre y sed de justicia, agraviados por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla. De mujeres y hombres afligidos por abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas e instituciones gubernamentales.
“Sabemos que el origen de mucho de nuestros males se encuentra en una excesiva concentración del poder. Concentración de poder que da lugar a decisiones equivocadas; al monopolio de iniciativas; a los abusos; a los excesos.
“Comunidades indígenas que no pueden esperar más a las exigencias de justicia, dignidad y de progreso (una de ellas Tahdziú). Que tienen la fortaleza de su cohesión (unión o relación estrecha entre personas o cosas), de su cultura y de que están dispuestas a creer, a participar, a construir nuevos horizontes.
“Campesinos que aún no tienen las respuestas que merecen. Campos empobrecidos, endeudados, pero con capacidades de reaccionar, de rendir frutos si se establecen y arraigan los incentivos adecuados.
“Trabajadores que no encuentran los empleos ni los salarios que demandan. A los que hay que responderles con puestos de trabajo, con adiestramiento, con capacitación y mejores salarios.
“Jóvenes que enfrentan todos los días la difícil realidad de la falta de empleo, que no siempre tienen a su alcance las oportunidades de educación y de preparación. Jóvenes que muchas veces se ven orillados a la delincuencia, a la drogadicción; pero que si cuentan con las oportunidades y el apoyo necesarios, participan con su energía de manera decisiva en el progreso del Estado.
“Hay que combatir la desigualdad, superar la pobreza extrema, garantizar la educación para todos, la salud, la vivienda digna, empleo, justicia.”
En Yucatán hay que darles más protección y atención a las mujeres, niños, jóvenes y personas de la tercera edad. Hay que destituir de sus puestos a todos los servidores públicos que no cumplen con su trabajo y no actúan conforme a Derecho. Revictimizando, mayormente, a las mujeres y niños, utilizando su cargo para cometer injusticias, permitiendo la grave violencia que sufren (física, psicológica, económica, sexual y más), siendo cómplices de los feminicidios que azotan a nuestro Estado no dándoles protección, ni órdenes de restricción. Maltratando y queriéndoles hacer firmar escritos donde se comprometen a no tener contacto con los medios de comunicación. Amenazando a todas las que hacen públicos sus casos y recurren a los medios, porque es la única fuerza que han encontrado para ser escuchadas y que se les haga justicia.
¡Hay tanto por hacer!
Nuestro eterno agradecimiento a todos los medios de comunicación que siempre acuden a nuestro llamado y están presentes para sacar a la luz pública la corrupción, la impunidad, la injusticia, los atropellos, el abuso de poder que se cometen contra nuestros ciudadanos.