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VALLADOLID, Yucatán, 23 de marzo.- El Ka´anche´ob representa una de las técnicas de producción de hortalizas que ha perdurado su práctica a lo largo de los años y utiliza los solares de las comunidades mayas para su producción.

La siembra y cosecha de alimentos fueron heredadas de nuestros antepasados, en donde se utilizan los terrenos del traspatio Ta’an Caboób (afuera de la casa) de las comunidades rurales. Útil para el cultivo de hortalizas, plantas medicinales y flores.

Una alternativa para el autoconsumo y la producción de alimentos orgánicos a bajo costo, frescos (ahora sí, del patio a la mesa) y de gran ayuda para la economía familiar en estos tiempos de crisis.

Técnica de producción agropecuaria que practica Basilia Pech Chuc, de 57 años, de la Villa de Temozón.

“Tengo más de 25 años que me dedico a las hortalizas. El Ka´anché se hace de maderas resistentes a una altura de 1.35 cm de metro y medio de largo por un metro de ancho, se rellena de tierra negra traída del monte que se cuela y se mescla con la ceniza y se abona con estiércol de animales o fertilizante.

Se amarran a una altura considerada para proteger los cultivos de los animales de traspatio y de las plagas de los insectos que dañan los sembradillos.

“Algunos improvisamos bateas antiguas y aprovechamos árboles huecos partidos por la mitad, cubos y cajas de plástico”, agregó.

“En estos espacios cultivamos lechuga, cilantro, repollo, tomate, chile habanero, xcatik y yerbabuena, plantas comestibles para el consumo familiar y ocasionalmente para comercializar. Igualmente sembramos plantas medicinales como el epazote, el zacate limón y la hierbabuena. La cebolla y cebollina se siembran tres días antes de la luna llena”, indicó.

“El Ka´anché regularmente se construye muy cerca de la casa para facilitar su vigilancia. Se construye a fines de octubre para aprovechar cosechar los productos tres semanas después y hasta que llegue el mes de julio cuando es la temporada de lluvias”, señaló.

“También sirven los cubos para los semilleros para regar las matas de chayote, los injertos de china y limón que más tarde se trasplantan directamente al suelo”, expresó.

“Ojalá que todos practiquemos este tipo de cultivos, si da resultados”, concluyó la entrevistada.

(Federico Osorio)

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