Yucatán

El préstamo que el Gobernador Mauricio Vila Dosal ha planteado como una posibilidad para obtener recursos para obras de ingeniería vial en la zona metropolitana de Mérida y la seguridad pública, podría ser hasta de tres mil millones de pesos y, luego de un análisis financiero, así como del necesario cabildeo con legisladores y la sociedad civil, se contrataría con el banco que ofrezca las menores tasas de interés.

Cabe anotar que Yucatán terminó el año 2018 con una deuda pública directa de tres mil 621 millones 440 mil pesos, principalmente con los Bancos Nacional de Obras y Servicios (Banobras) y con el Banco Mercantil del Norte (Banorte), más un débito con garantía de 306 millones 932 pesos, según el informe rendido por el Ejecutivo.

Yucatán ocupa los últimos lugares de endeudamiento público, a diferencia de Entidades donde las cantidades superan hasta cinco o seis veces más, como Quintana Roo, el Estado de México y otros.

Vila Dosal ha dicho públicamente que se requiere de una cantidad que va de dos mil a dos mil quinientos millones de pesos, para dichas obras, pero de acuerdo con los estudios ya realizados en su primera parte, la modernización de las vialidades, incluyendo el transporte público, requiere una inversión de tres mil millones de pesos.

Impostergable

Aref Karam Espósitos, director del Instituto de Movilidad y Desarrollo Urbano Territorial del Estado, confirmó que se necesita dicha cantidad para solucionar la problemática de las vialidades y señaló que esto es impostergable o los problemas serán mucho más graves.

Según los estudios ya realizados, existen 18 puntos conflictivos en la vialidad de la zona metropolitana, por lo que Karam Espósitos señaló que “tenemos que construir acuerdos con los empresarios, la sociedad civil para llevar a cabo esa transformación que requiere el sistema de transporte público, evidentemente se requieren recursos y hay que buscar cómo se van a obtener”.

En materia de deuda, el anterior gobierno que encabezó Rolando Zapata Bello primero que nada refinanció lo que el Estado debía y luego pidió autorización del Congreso del Estado para un nuevo empréstito, por lo que al finalizar su sexenio dejó a Vila Dosal una deuda pública directa de tres mil 621 millones 440 mil pesos.

Vila Dosal presentó en enero de este año el informe del estado que guarda la deuda pu?blica del Gobierno del Estado al 31 de diciembre del 2018, con fundamento en el arti?culo 6, fraccio?n III, de la Ley de Deuda Pu?blica del Estado de Yucata?n.

Se trata de deuda pu?blica directa, con garantía, la del Fondo de Apoyo para Infraestructura y Seguridad, deuda contingente y deudas municipales y paraestatales avaladas. Cabe anotar que todo el empréstito es de la administración anterior.

El adeudo a bancos

De ese modo, al 31 de diciembre del 2018 al Banco Nacional de Obras y Servicios Pu?blicos, S.N.C. se le debían las siguientes cantidades: 613 millones 381 mil pesos; mil 396 millones un peso; y 483 millones 240 mil pesos; en tanto que a Banorte le deben mil 128 millones 818 mil pesos.

Además, el saldo de la deuda pu?blica con garanti?a del Fondo de Apoyo para Infraestructura y Seguridad se cubrira? al te?rmino del plazo, con los recursos que el Fideicomiso “Fondo de Apoyo para Infraestructura y Seguridad” transfiera a Banobras, en el marco del Programa de Financiamiento para Infraestructura y Seguridad en los Estados (Profise), de acuerdo con lo previsto en el Presupuesto de Egresos de la Federacio?n para el Ejercicio Fiscal 2012 publicado en el Diario Oficial de la Federacio?n el 12 de diciembre del 2011 y en el Decreto 37/2013 publicado en el Diario Oficial del Gobierno del Estado de Yucata?n el 25 de enero del 2013.

Cabe señalar que aun cuando el actual Ejecutivo solicite empréstitos por tres mil millones de pesos, la deuda pública de Yucatán sería de poco más de seis mil millones de pesos, cantidad que no se compara con la de otros Estados, pues Jalisco está pidiendo, por estos días, una autorización para contratar ocho mil millones de pesos.

(Rafael Gómez Chi)