Pilar Faller Menéndez
Existen antecedentes históricos para instaurar como fecha oficial el Día Internacional de la Mujer, y obedecen a dos hechos que acontecieron en la ciudad norteamericana de Nueva York, que se dieron alrededor de esa fecha: el primero fue una gran marcha realizada en el año de 1857 en la cual participaron miles de mujeres (aproximadamente 15 mil) en los barrios más adinerados de esta ciudad, denunciando las condiciones miserables que vivían como trabajadoras en la industria textil, en la que reclamaban mejoras salariales, condiciones de trabajo más dignas, la reducción de su jornada laboral, así como su derecho al voto.
El segundo hecho fue muy lamentable y ocurrió en el año de 1908, en el cual 40,000 mujeres, costureras industriales de grandes fábricas, organizaron una huelga. Entre las exigencias de la misma, demandaban su derecho de poder unirse a los sindicados, una mejora salarial, e insistieron una vez más en la reducción de horas en su jornada laboral y repudiaron la contratación de niños para unirse a las fuerzas laborales. Esta huelga fue reprimida de una manera brutal por parte de la policía, hecho que hoy en día apenas se conoce, y marca una mancha en la historia de nuestro país vecino, ya que 100 trabajadoras murieron en un incendio quemadas, en una Fábrica llamada “Textil Cotton”, convirtiendo el mes de marzo en el mes de las movilizaciones obreras en favor de las mujeres obreras, que fue reconocido como el antecedente para conmemorar ese mes el Día de la Mujer, y poder rendirle homenaje a las mujeres fallecidas, hecho que fue conocido a nivel mundial lo cual obligó a la legislación laboral estadounidense a regular y legislar para que las mujeres pudieran tener las condiciones laborales adecuadas.
Ante estos hechos lamentables, el Partido Socialista de los Estados Unido celebró el primer “Día Nacional de la mujer en el año de 1910 al igual que la Internacional Socialista de Dinamarca que proclamó en la ciudad de Copenhague el “Día de la mujer” en el cual reconocía los derechos de las mismas, así como la instauración del sufragio universal, en el que participaron 100 mujeres provenientes de 17 países, que votaron a favor de la celebración de ese día, a pesar de no haber fijado una fecha para ello.
En la Primera Guerra Mundial, la Revolución Soviética también se sumó al reconocimiento del Día de la Mujer en el mes de marzo, a fin de posicionar a las mujeres unidas en contra de la tiranía y a su lucha permanente en favor de la paz y de la igualdad.
Fue hasta el año de 1977 en el que finalmente se oficializó la fecha del 8 de marzo como el día Internacional por los derechos de la Mujer durante la Asamblea General que llevó a cabo la Organización de las Naciones Unidas.
Es importante conocer estos antecedentes para poder apreciar, sobre todo las mujeres, a aquellas precursoras que perdieron la vida y lucharon fervientemente para alcanzar los derechos que actualmente gozamos, a pesar de que todavía queda un largo camino para alcanzar una igualdad de oportunidades en muchos escenarios, sobre todo en el laboral, y seguir luchando con ímpetu para lograr alcanzar los derechos que nos corresponden.