DZAN, Yucatán, 10 de abril.- Nadie sabe, nadie supo, pero todo el pueblo gozó de una agradable y divertida sesión de risas, al enterarse o ir a constatar por cuenta que una patrulla municipal había volcado en el centro de la población, entre el palacio municipal y la iglesia.
Lo anterior causó de inmediato un sinfín de conjeturas, los más mesurados decían que tuvo un “lapsus brutus”, otros más benévolos, decían que lo cogió Morfeo por el intenso calor, pero otros más avezados comentaron: “Creo que iba en persecución de algún ratero”.
Nadie dijo algo, era un top secret, como si nunca hubiera ocurrido, es parte del show, pero inobjetables, precisas y objetivas, las imágenes dicen más que mil palabras. La camioneta habilitada como patrulla municipal, aparentemente, trató de subir al parque por su costado oriente y al no poder lograrlo por el ángulo en que lo intentó acabó recostada sobre su costado derecho y solamente vieron salir pálidos a dos fantasmas.
Ambos elementos de la policía municipal corrían asustados hacia la comandancia municipal, tal vez pensando en el tremendo osote que acababan de ocasionar, y sólo les faltó enterrar la cabeza como los avestruces.
Finalmente se supo la verdad: por hacer un favor a un compañero, un cumplido elemento del honorable cuerpo encargado de imponer la ley y el orden en el municipio, decidió emprender el reto de enseñarle a un gran compañero, pero el pupilo resultó más aventajado de lo esperado, pues apenas le estaban explicando cómo empezar a gatear y él ya iba en chinga, tanto que ni tiempo le dio a su mentor de reaccionar cuando la camioneta ya había volcado y despertado a medio mundo que dormía la siesta a eso de las cuatro de la tarde, en esta localidad. (Amir J. Mex Ayuso)