Yucatán

'Pistolitas”, el último peluquero del puerto

PROGRESO, Yucatán, 10 de abril.- Para don Luis Herrera Paredes “Pistolitas”, con sus 96 años cumplidos, se mantiene activo, siendo uno de los veteranos peluqueros y barberos del puerto considerado como el último barbero de la vieja guardia del puerto.

Hombre trabajador, a quien a pesar de su edad abre su peluquería para realizar el trabajo que ha realizado durante más de ocho décadas y un lustro a más de cuatro generaciones a los cuales le ha cortado el cabello, conocido como “Pistolitas”, dice haber iniciado el oficio de peluquero y barbero desde hace 85 años, inició a los once años en la peluquería de su padre.

Este peluquero, que ha cortado el cabello, arreglado barba y bigotes de más de 4 generaciones nos recibe en su peluquería donde, como siempre, está trabajando.

El veterano peluquero y barbero de la vieja guardia, “Pistolitas”, a quien le tocará realizar el cierre del libro de los peluqueros del puerto, debido a que en la actualidad gran cantidad de los que se dedican a este oficio son estilistas.

Don Luis dice haber aprendido este oficio de su señor padre, Don Gonzalo Herrera Gutiérrez (+), quien fuera el verdadero “Pistolitas”, de quien no sólo heredó las tijeras, sino también el mote y parte del mobiliario que emplea en su modesta peluquería.

“El ser peluquero tiene sus ventajas, es un oficio descansado, comparado con otros, además que sale hasta la fecha para la comida, con el primer corte de cabello que realicé me gané la cantidad de 25 centavos, hoy en día el precio del corte es de 30 pesos, si hay rasurada son 10 pesos más, o sea, 40 pesos servicio completo de barbería, debido a que sólo atiendo caballeros.

”En mi barbería, tengo un sillón de peluquero que fue de mi padre, me lo heredó; para mí este no tiene precio, claro, valor es sentimental es de marca alemana de petatillo, pero como decía es simbólico seguro, al igual que mis tijeras la máquina de rapar, todo es parte de la historia de este trabajo que realizaba mi padre”.

Con melancolía, “Pistolitas” menciona que también conservó el mobiliario de mi padre los espejos, tocadores por lo que en mi peluquería es como si el tiempo se hubiera detenido, inclusive su vieja grabadora de casetes y un televisor antiguo hoy a colores.

Menciona que como los peluqueros de antaño “con el paso del tiempo hemos ido desapareciendo, en la década de los 50 hubo muchas barberías, inclusive formamos nuestro sindicato, cuyo presidente de los peluqueros fue Don José Mendoza Flores.

”En mis años mozos, cómo olvidar a los veteranos de las tijeras, Pitiz, Don Lupe, Peoncito, Miguel Pedre, Fito y Don Hector Pinto, todos fallecidos. La peluquería siempre ha sido la misma, algunas cosas han cambiado pero el corte de cabello sigue siendo igual, mis máquinas de corte mis tijeras siguen siendo igual y mis manos han alineado miles de cabellos y arreglado barbas, de la misma manera que hace 85 años, con algunos cambios de la moda, pero en fin un corte de cabello es muy similar a los otros.

No dejo de darle gracias a Dios, debido a que siempre he tenido trabajo porque a mi peluquería llegan hijos ya de cuatro generaciones en mi silla se han sentado niños que hoy son hombres que tienen sus hijos y nietos y vienen a cortarse el cabello con “Pistolitas”.

”Comenzaron a sentarse en mi tablita de mi viejo sillón de más de un centenario, pero con el paso de los años dejaron la tablita para sentarse en la base de petatillo después les salió barba y bigote que les afeitaba.

”Lamentablemente varios de mis clientes han fallecido con el paso de los años, después de cumplir su misión en este mundo terrenal, aun con mis lentes tengo buena vista pero me cuido mucho no consumo bebidas etílicas, no fumo, descanso a las horas que debo hacerlo y habrá “Pistolitas” hasta que Dios quiera, por lo que espero que cuando Dios me llame a su lado, porque estoy consciente que nada es eterno, para realizar el cierre de los barberos de este puerto”.

(Julio Jiménez Mendoza)